Rapsodia femenina panamericana

Rapsodia femenina panamericana

No hay que tomar en cuenta en buena ley con justa razón, el llamado “Día de la Mujer”. Y ello es que para cantarles a las mujeres de América, cualquier día del año resulta el apropiado. Los trescientos sesenta y cinco días del año. Son el día de la mujer ¡Qué vivan nuestras mujeres! ¡Ellas son nuestras por su gloria o por su estirpe!

Comenzamos con dos mujeres norteamericanas. Ellas son Jane Calamity, exploradora valiente del “Far West”, junto con el coronel William Cody (alias) Buffalo Hill. Y la otra es la aviadora Amelia Earhart, dominadora de los aires, de las tierras y de los mares.

¡Qué vivan las mujeres mexicanas! Mujeres de mucho coraje que en las luchas libertarias se fueron con sus hombres a la guerra. La Adelita, La Norteña y La Valentina. Bravas mujeres mexicanas. Mujeres de los “insurgentes de Morelos”; Mujeres de “los Chinacos de Ignacio Zaragoza”, que a los franceses y a los afracesados del emperador Maximiliano y de la emperatriz Carlota, los sacaron al “son de to’ meter” de la ciudad de Puebla. ¡Qué vivan también las hembras bravas que acompañaban a “Los Carranclanes” de Alvaro Obregón, el famoso manco de Celaya. Y no podemos olvidar a las gloriosas soldaduras, que para tomar ciudades avanzaban junto a sus hombres que eran los fieles dorados de la División del Norte, que comandaba “El padre de los pobres” Francisco (Pancho) Villa.

Mujeres guatemaltecas! Mujeres guerrilleras, Mujeres fusileras, rifleras y ametralladoristas, que en las selvas, en las montañas y en las ciudades, contra las injusticias, el crimen y el hambre, supieron combatir y morir con dignidad, en una Guatemala desangrada desde el 1954, por culpa de la infame y tramposa “Mamita Yunai”.

¡Mujeres de Nicaragua! Nicaragua tiranizada, maniatada, saqueada, robada y martirizada por piratas viejos y formantes nuevos al servicio de imperialistas explotadores. Nicaragua vulgarmente encarcelada y asesinada por la dinastía ramplona y ladrona del “tachosomocismo” sin moral, sin Dios y sin ley.

¡Mujeres de El Salvador! El Salvador heroico y bravo, salpicado con el rojo líquido de las arterias abiertas de veinte mil salvadoreños. Y con el bermellón clerical de las venas rotas, del venerable arzobispo Oscar Arnulfo Romero.

¡Mujeres de la isla de la Estrella Solitaria: Pupila ocular del almo Sol de América! Mujeres a la cabeza de las cuales marcha la india Guarina la mujer de Hatuey el indio quisqueyano. Cuba la de doña Mariana Grajales y Cuello, la progenitora de la Tribu Libertadora de los Maceo.

¡Mujeres de una ínsula irredenta de América! Mujeres de Borinquen la tierra donde en el 1868 Manolo El Leñero dio el formidable “Grito de Lares”. Que viva Borinquen la tierra adorada por doña Lola Rodríguez de Tio y por Lolita Lebrón que por su gran amor a su ínsula de los encantos, se pasó muchos años en el “paradisíaco oasis yankee de Opaloka”.

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