Rasgos que definen a los estadistas

Rasgos que definen a los estadistas

Los presidentes de la república o aspirantes a serlo, así como todos los políticos, siempre dan señas de su carácter y personalidad que son –o deberían ser- más que importantes para los electores a la hora de decidir por quién votar.

Hay algunos que tras una aparente incontinencia verbal y propensión al giro vulgar esconden una garra y agudeza política notables. Les gusta hacerse pasar por ordinario o hasta tonto, olvidando que nadie que sea ordinario ni tonto puede haber llegado a la Presidencia. Es claro que este flux le sirve a Hipólito Mejía, a quien muchos descartan como político con futuro, olvidando las lecciones de la historia. A muchos observadores el pálpito nos dice que algún día puede que vuelva, por improbable que luzca.

Otros apenas hablan. Sus acciones, como apropiarse avasalladoramente de su propio partido auxiliado por soldados de fortuna agenciados al efecto, dicen más que sus palabras. Es el estilo gerencial del hombre de negocios exitoso y muy rico, como es Miguel Vargas Maldonado. Un arreglo político de interés nacional, como el de la Constitución, han bastado para que sus seguidores crean que ese gesto de la esencia de la convivencia democrática, pactar acuerdos para el bien común, equivale a una unción sucesoral de su Némesis. ¡Oh paradoja, querer o creer recibir del adversario lo que se ha de ganar voto a voto!

Mejía revela su pasión al pasar todo el tiempo que puede en su hermosa finca de San Cristóbal; Vargas Maldonado muestra sus prioridades personales al erigir un palacete con esculturas de Botero en La Romana.

Cada uno a lo suyo, como el síndico Salcedo, que viniendo del área cultural (¿porque no es a ella que pertenecen los cómicos?) elimina la dirección de cultura del Ayuntamiento y se muda a Juan Dolio ¡para perfeccionar su golf! Las acciones nos definen…

Por eso me parece tan admirable, pese a que muchos lo critican, que el Presidente Fernández dedique tanto esfuerzo y tiempo a su pasión por promover el pensamiento, a discernir el futuro, alentando para ello su Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE).

Una institución donde caben múltiples corrientes de ideas y filosofías, dedicada a “pensar el futuro hoy”, reconocida internacionalmente; he ahí el fruto que define a Leonel Fernández. Sin ánimo de que la comparación ofenda a nadie: ¡cuánta diferencia!

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