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POR SANTIAGO GONZALEZ
SANTIAGO.- La Cámara de Comercio y Producción de Santiago afirmó ayer que las tensiones que generan las discusiones sobre la reforma fiscal obstaculizan el buen desempeño de las actividades productivas y reiteró que la reforma es innecesaria, improductiva, distorsionante y fomentaría más la inequidad contributiva vigente. «El marco fiscal dominicano es un instrumento que propicia la desigualdad y la baja competitividad de la actividad económica», afirman los empresarios de Santiago agrupados en la Cámara de Comercio.
Los planteamientos están contenidos en un documento titulado «2007, Año de Conciencia y Participación en Busca de la Equidad Perdida».
Plantea que bajo el permanente alegato de garantizar los recursos para la estabilidad macroeconómica y el cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de crédito, se deja de lado las enormes ineficiencias, discrecionalidades y dispendios con que son utilizados los recursos recaudados.
«Basta citar que bajo el desacuerdo de la mitad de los dominicanos se ejecuta la construcción de un Metro, llevado a cabo sin ningún tipo de licitación y muy poca transparencia; concentrando de forma injustificada los escasos recursos de inversión pública con que cuenta la nación, en detrimento de todas las demás provincias que componen el territorio nacional», afirma.
Entiende que apelar al sacrificio del contribuyente en un contexto de bajo compromiso con las obligaciones del Estado y de uso inadecuado de los fondos públicos, aumenta las tensiones que generan las discusiones sobre reforma fiscal.
«Queda pues la materia fiscal como un tema pendiente en la agenda de desarrollo del país del que en el año próximo no se avizoran posibilidades de hacer modificaciones que verdaderamente respondan al interés nacional», dice el documento.
PERDIDA DE EMPLEOS
La Cámara de Comercio y Producción de Santiago afirma que queda pendiente la crítica situación por la que atraviesa el sector de zonas francas, que constituye un negativo factor de riesgo, por la gran concentración de empleos que el mismo representa.
Mientras en las instancias gubernamentales se debate sobre las posibilidades futuras del sector sin tomar acción para evitar la pérdida de empleos, ese sector en su conjunto sigue generando cuatro de cada cinco dólares que la República Dominicana exporta y la economía no tiene opciones para los más de ciento veinticinco mil empleos que el sector aporta.
Mientras el empleo sigue siendo un factor clave para la estabilidad social y política de una nación, aquí no tomamos previsión sobre los impactos negativos que se están produciendo en esta materia, que afecta en forma determinante a Santiago por su alta concentración de parques industriales de zonas francas, dice el documento.
La entidad empresarial llamó al gobierno para que aplique las políticas necesarias para evitar la permanente pérdida de empleos con que está operando el sector textil, del que estima se ha declarado equivocadamente inviable e inoperante.
Argumenta que este sector está siendo víctima de la falta de competitividad que se le genera internamente como nación, por la desatención de los problemas fundamentales como la energía y el trasporte, entre otros.
Los empresarios de Santiago entienden que La República Dominicana ha cometido el error en varias ocasiones de descartar actividades productivas escuchando corrientes de opinión que entienden que las mismas han caducado.
«Así, destruimos y descartamos el sector azucarero, en lugar de reconvertirlo y adaptarlo. El resultado hoy es que nos vemos en la permanente necesidad e importar azúcar y que ante un impacto tan fuerte como el causado por el aumento del precio del barril del petróleo, no contamos con los más mínimos medios para producir recursos energéticos a partir de la caña de azúcar, como lo hacen otras naciones productoras».
ENERGIA
Asegura que la energía eléctrica no es sólo un tema pendiente, sino un aspecto en el que cerramos con peores calificaciones que el pasado año, pues los indicadores generales del sector han empeorado. «Ahí, cuando el Estado Dominicano debe ser verdaderamente enérgico para resarcir los atropellos que se comenten contra el pueblo, es que observamos una conducta complaciente con los intereses que mueven al sector y con el dispendio que representa el enorme subsidio que se paga».
Agrega que en lugar de calendarizar un desmonte del subsidio basado en un aumento de las cobranzas, compartido con una reducción de los precios del servicio, no se nota ninguna ruta cierta en esta materia fundamental para apoyar la competitividad de la actividad productiva y el desarrollo.
