El Senado ratificó anoche a los nueve miembros de la Cámara de Cuentas de ternas que le sometió el Poder Ejecutivo, pese a que técnicos contratados con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) renunciaron por alegada «gestión irregular» del bufete directivo de ese organismo fiscalizador.
La renuncia de los técnicos Mario Andrade Trujillo y Rafael Palomo fue anunciada en la sesión por el presidente de la Comisión de Modernización del Congreso y la Cámara de Cuentas, Tonty Rutinel Domínguez.
Luego de entregar la carta de Andrade Trujillo y Palomo, el legislador dijo que la renuncia de estos técnicos se produjo «para no ser cómplices de tantas irregularidades y atropello al buen gobierno y a la transparencia, que afecta sensiblemente al Congreso, a la comisión bicameral, al gobierno y, principalmente, a la sociedad dominicana que reclama mayor control de sus recursos y la atención de sus necesidades.»
Las nueve ternas, sometidas a razón de una por cada miembro de la Cámara de Cuentas, fueron leídas en la sesión como correspondencia del poder Ejecutivo, pero el vocero del bloque del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Tommy Durán, de Puerto Plata, solicitó su colocación en la orden del día.
Las ternas eran encabezadas por los actuales incumbentes Máximo Ramón Castillo Salas, Héctor Dotel Matos, Mario Alba Morillo, Junior Danés Moya Mejía, Vicente Rosario de Jesús, Katiuska Bobea de Brenes, Raúl Reyes Vásquez, Rafael Victorio Espinal y Mayra de Jesús Cochón Trujillo.
El vocero perredeísta también sometió una resolución de ratificación del actual bufete directivo de la Cámara de Cuentas, integrado por Castillo Salas, presidente; Dotel Matos, vicepresidente, y Alba Morillo, secretario.
En ambos casos, las mociones fueron aprobadas por 16 de los 22 senadores presentes.
Se abstuvieron los senadores José Tomás Pérez (Partido de la Liberación Dominicana-PLD-Distrito Nacional) y los perredeístas Rutinel Domínguez, de Santo Domingo; Vicente Castillo, de Peravia; Ramón Alburquerque, de Monte Plata; Mario Torres, de Dajabón, y Sucre Muñoz, de Barahona.
En su carta de renuncia, Andrade Trujillo, coordinador técnico del subprograma II para la modernización de la Cámara de Cuentas, advierte la necesidad de cambiar el bufete directivo de ese organismo para fortalecer su estructura y el control de los recursos públicos.
Pide la inclusión de profesionales que gocen del respeto y credibilidad de la sociedad dominicana, por su trayectoria y prestigio, tanto en su vida profesional como personal.
Advierte que no contar con ese concurso imposibilitaría la aplicación de la ley 10-04, que otorga a la Cámara de Cuentas facultades importantes para que se promueva la eficiencia y transparencia de la gestión pública y combatir la corrupción administrativa.
Por su lado, luego de señalar que esos funcionarios concluyeron su mandato en el 2002, el senador Rutinel Domínguez pidió que la confirmación de los miembros de la Cámara de Cuentas se dejara sobre la mesa para investigar si procedía su designación a la luz de la Constitución.
Advirtió que la renuncia de los técnicos podría incluso frenar los recursos que destina el BID para el proceso de modernización del Congreso y la Cámara de Cuentas.
Los senadores Castillo y Pérez también solicitaron que el asunto fuera remitido a estudio de una comisión especial.
Particularmente, el senador del PLD dijo que lo oportuno era esperar que el doctor Leonel Fernández asumiera el poder el 16 de agosto próximo y entonces designarlos de las ternas que le sometiera el nuevo gobierno.
Sostuvo que sería inoportuno escoger a los miembros de la Cámara de Cuentas en medio del proceso de transición.
Al intervenir, Alburquerque defendió el derecho del presidente Hipólito Mejía a someter las ternas, pero favoreció que la discusión del asunto fuera postergada por las implicaciones graves de la denuncia de Rutinel Domínguez.
En una carta que remitió al presidente Mejía y a los líderes congresionales, Rutinel Domínguez señala que los magistrados de la Cámara de Cuentas han cometido graves irregularidades.
Señala entre éstas manejo alegre, anárquico y sin control del presupuesto de gastos del 2003, que, añadió, arrojó un déficit de RD$13.5 millones, equivalentes al 14.4% de lo asignado.
«Sin duda alguna, esto no constituye un ejemplo de buena gestión», significó Rutinel Domínguez.
Asimismo, acusó a los miembros de la Cámara de Cuentas de utilizar un excedente de RD$29 millones establecido en el presupuesto del 2004, comprometidos y absorbidos, sostuvo, por los sobregiros en que incurrieron en el 2003, entre los que se destacan, precisó, RD$17.8 millones de reajustes y gastos de sueldos, RD$6.7 millones de gastos fijos de dietas y RD$4.4 millones de cuentas por pagar.
Le atribuyó igualmente incumplimiento de los requisitos establecidos por el programa de modernización y aprobados provisionalmente por el pleno de la Cámara de Cuentas para nombrar auditores, «con el fin de complacer amigos y relacionados, de los que esperan favores directos e indirectos.»
«Entre los nombramientos constan parientes y relacionados a personas, con el objetivo y el compromiso de ser ratificados en el bufete directivo, lo cual se trata de cristalizar en estos momentos», dijo Rutinel Domínguez.
También les atribuyó remociones injustificadas de personal capacitado por el programa de modernización, sin seguir un debido proceso y provocando pérdida de los recursos invertidos.