POR VICENTE SOBREVELA
El delegado haitiano al Taller para la Definición de las Prioridades de Desarrollo de la Frontera, Fresnel Jean Baptiste, dijo ayer en presencia del presidente Leonel Fernández que existen puntos en la frontera donde se comercializa y se reclutan trabajadores ilegalmente con la participación de militares dominicanos y haitianos.

Baptiste, en la clausura del taller en la Fundación Global, Democracia y Desarrollo, pidió a ambos gobiernos acordar un control riguroso de «ciertos puntos de tránsito clandestino que se combinan a lo largo de toda la frontera para hacer contrataciones comerciales y de haitianos de maneras ilegales».

También denunció que políticos dominicanos, durante las elecciones nacionales buscan a los ilegales haitianos para proporcionarles una cédula para que votan a su favor durante los comicios.

Señaló además que tras concluir el proceso, estos haitianos son abandonados y renegados por los mismos políticos que se comprometieron a colaborar con ellos a cambio de su voto.

Sugirió que ambos estados adopten leyes y compromisos para regir la región fronteriza desde Juana Méndez y Dajabón, hasta Anse a Pitre y Pedernales.

También la creación de un curso de idioma dirigido a los policías y militares de ambos lados para que ellos puedan comunicarse directamente en español y creol.

Asimismo solicitó la reconstrucción de la carretera internacional desde Dajabón y Juana Méndez hasta Pedernales y Anse a Pitre que facilite los contactos entre organizaciones y poblaciones fronterizas.

Otros puntos que señaló Baptiste al taller fueron construir infraestructuras básicas para la salud, limpieza, educación, agua potable, electricidad y teléfonos, la producción agrícola y desarrollo del comercio.

Baptiste dijo que el volumen de intercambio comercial es de US$125 millones al año.

«Pero es muy seguro que Haití y República Dominicana se ganarían mucho más si los sistemas actuales de control fiscal estuvieran más fuertes», dijo Baptiste.

Finalmente felicitó al gobierno dominicano por las infraestructuras de desarrollo establecidas en ciertas comunidades fronterizas.