LA HABANA (AFP).- Raúl Castro cumplió ayer, lunes, tres semanas al mando de Cuba, marcadas por un aumento de las tensiones con Estados Unidos, una movilización militar pese a la calma que prevalece en la isla y los informes divulgados estratégicamente sobre la recuperación de Fidel Castro.
Los cubanos digirieron el fin de semana un mensaje que recibieron, sin extrañeza, de Raúl Castro, quien el viernes rompió el silencio que mantenía desde que el 31 de julio fue designado por su hermano Fidel como su sustituto mientras convalece de una cirugía intestinal.
En una entrevista publicada por el diario Granma, el gobernante provisional, de 75 años, dijo que el octogenario líder de la revolución se recupera de forma satisfactoria y progresiva, y que aunque hay absoluta tranquilidad la isla permanece movilizada y alerta ante cualquier intento de agresión de Washington.
Cuba activó el 1 de agosto, un día después de la histórica proclama de Fidel Castro, su sistema de defensa basado en la Guerra de Todo el Pueblo, que incluye a unos 50.000 hombres de las Fuerzas Armadas, una reserva de varios cientos de miles y un millón de las Milicias de Tropas Territoriales.
Raúl Castro dijo que no es su propósito exagerar peligros, pero justificó la alerta combativa en declaraciones del presidente George W. Bush y otros funcionarios de Washington.