Raúl Castro recuerda con nostalgia la URSS en su reunión con Medvédev

Raúl Castro recuerda con nostalgia la URSS en su reunión con Medvédev

Moscú, (EFE).- El presidente cubano, Raúl Castro, fue recibido hoy en una residencia campestre por el líder ruso, Dmitri Medvédev, a quien expresó su nostalgia de las anteriores visitas a la URSS y la voluntad de abrir una nueva página en las relaciones.

«Estoy muy contento de verle no solo en Rusia, sino también en este lugar boscoso, donde usted ya estuvo en su día», dijo Medvédev al dar la bienvenida a Castro en la residencia de Zavídovo, coto de caza a orillas del Volga a 120 kilómetros al norte de Moscú.

Según recordó un portavoz del Kremlin, Raúl estuvo en Zavídovo hace más de 40 años, cuando visitó ese lugar junto a su hermano Fidel a invitación del entonces líder soviético, Nikita Jruschov, a comienzos de la década de 1960, y los tres fueron de caza.

Castro respondió que durante un cuarto de siglo recordaba «con nostalgia» el bosque ruso y como en anteriores visitas a Moscú freían tocino en una fogata en el bosque y lo comían con pan negro.

«No se si habrá tocino, pero yo estoy aquí», dijo Raúl con la mano en el corazón, arrancando con ello al jefe del Kremlin la promesa de repetir el «banquete».

Medvédev, quien es más joven que la Revolución Cubana (1959), prometió además mostrarle a Raúl Castro un documental rodado durante una de las visitas a Moscú de su hermano Fidel y fotografías tomadas en aquella ocasión.

Fidel Castro visitó la última vez este país en 1986, en plena Perestroika, cuando se reunió con el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, y participó en el XXVII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

El líder ruso recordó que Raúl estuvo en este país hace también casi un cuarto de siglo, en 1985, cuando todavía existía la URSS, y expresó la esperanza de que esta nueva visita, que ambas partes tachan de «histórica», traiga los «resultados necesarios».

«Hoy charlamos en un ambiente informal y pasearemos por el bosque, mientras la reunión oficial la sostendremos mañana», dijo Medvédev, al tiempo que propuso repasar hoy mismo «todos los asuntos que componen la agenda de la cooperación ruso-cubana».

Tras la primera reunión sin corbatas, Castro y Medvédev pasearon en el bosque, donde les esperaba una fogata al aire libre y una mesa con un samovar, una bandeja con las tradicionales verduras saladas rusas, pinchos morunos y, como no, tocino.

Las negociaciones oficiales entre ambos mandatarios, que la última vez se vieron en noviembre pasado durante la primera visita de Medvédev a Cuba, dentro de una gira latinoamericana, tendrán lugar el viernes en el Gran Palacio del Kremlin.

En ocasión de la visita de Castro ambas partes firmarán un acuerdo sobre la anunciada concesión a Cuba de un crédito de 20 millones de dólares para adquirir mercancías rusas y un memorando de entendimiento en los campos de la educación y la ciencia.

También se espera la firma de diversos acuerdos de cooperación energética, comercial, industrial y turística, así como de un convenio por el que Rusia donará a Cuba 25.000 toneladas de grano para «atenuar la gravedad del problema alimentario» en la isla.

Según declaró a la prensa un representante del Kremlin, la tarea principal de ambos países actualmente es «incrementar y diversificar el comercio», que en once meses de 2008 sumó apenas 239 millones de dólares, siendo el grueso de las exportaciones cubanas el azúcar sin refinar y de las importaciones, diversa maquinaria rusa.

Explicó que se planea poner en marcha toda una serie de proyectos para extraer y refinar hidrocarburos, producir energía eléctrica, así como para la industria del níquel y el transporte, incluido el suministro a Cuba de aviones, autobuses, camiones y turismos rusos y la reconstrucción de la red y el parque ferroviario de la isla.

Además, el viceprimer ministro ruso, Ígor Sechin, aseguró que Rusia continuará la cooperación técnico-militar con Cuba con el fin de crear «garantías de seguridad para la existencia de ambos países».

Al respecto, una flotilla de buques de guerra rusos, encabezados por el destructor caza submarinos «Almirante Chabanenko», atracó a mediados de diciembre en la isla por vez primera desde la caída de la URSS (1991).

La semana pasada, Raúl Castro declaró que las relaciones entre Cuba y Rusia son «extraordinarias» y se mostró convencido de que su viaje a Moscú servirá para «consolidar» la cooperación bilateral.

Según ambas partes, las relaciones ruso-cubanas se encuentran en su mejor nivel desde la caída de la URSS, cuando comenzaron las dificultades económicas para la isla y se abrió un paréntesis en las relaciones entre Moscú y La Habana.

Castro, cuya visita oficial a Rusia concluirá el próximo miércoles, previsiblemente también se reunirá con el primer ministro y ex presidente, Vladímir Putin, quien visitó Cuba en 2000.EFE

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