Raúl Castro sale de la sombra de su hermano

Raúl Castro sale de la sombra de su hermano

Raúl Castro ha asumido la gran tarea de su hermano con tanto gusto que aumentan las especulaciones sobre el futuro liderazgo de la isla-nación comunista. Mientras que los funcionarios insisten en que Fidel Castro está recobrándose después de someterse a una cirugía abdominal y que regresará en breve a sus funciones, Raúl le ha dado un enfoque público a su papel de presidente en funciones.

“Dicen que Fidel va a regresar pronto y que hasta está dando órdenes, y que Raúl está actuando como si fuera todo lo contrario. Nadie sabe realmente que está pasando”, dijo un embajador europeo.

La administración Bush declaró que los días de Fidel ya pasaron -ha creado cinco grupos de trabajo inter-agencias a partir del supuesto de que ya empezó la transición-, aunque se le ve confusa ahora. Thomas Shannon, el secretario de Estado asistente para el hemisferio occidental, dijo el mes pasado que Fidel no parece que esté en una situación como para regresar a una labor de administración diaria.

El poder se ejerce en Cuba detrás del escenario y el liderazgo se proyecta a través del monopolio de los medios estatales de difusión; el enfoque de estos reservados casi exclusivamente para Fidel, hasta hace algunas semanas.  El perfil público de Raúl Castro contrasta notablemente con sus primeras seis semanas ocupando los puestos de Fidel, cuando se mantenía casi invisible, concediendo solo una entrevista a la prensa local.

Entró en el escenario público permanente los días 15 y 16 de septiembre, como anfitrión de la cumbre de los No-Alineados, en la cual Fidel y Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, tuvieron cuidado de no robarle el espectáculo. Después presidió una reunión de los líderes municipales, provinciales y nacionales, en la cual pidió mayor disciplina “en este momento histórico”.

La semana pasada, el Castro más joven -Raúl tiene 75 años-, dio su primer discurso interno que se transmitió en vivo a todo el país en el cierre de un congreso de la federación de sindicatos, que se reprodujo en la radio y se publicó en los periódicos.

Después, fue a recibir a Mijail Fradkov, el primer ministro de Rusia, sostuvo conversaciones y firmó acuerdos económicos -los primeros para el hombre de quien se refieren en Cuba como el segundo secretario del Partido Comunista, primer vicepresidente, ministro de Defensa, etc., cualquier cargo, menos presidente interino.

“Raúl ha estado sustituyendo en los últimos días [a Fidel] con tal energía y a la luz pública en una forma, que yo dudo que lo haría así si Fidel fuera a regresar”, dice Brian Latell,  autor de After Fidel, un libro sobre los hermanos que el estudió, cuando era analista de la CIA. Casi toda la dirigencia nacional estuvo presente para escuchar el discurso vacilante de 45 minutos a la federación de sindicatos, en el cual pidió a los trabajadores que cierren filas contra los dos peligros que amenazan la nación y la revolución: Estados Unidos desde el exterior y la corrupción y otras “deficiencias” internas.

“Muchas personas apoyan a Raúl. Es un buen líder, pero de verdad que no puede hablar”, comentó un vecino con el ceño fruncido.

No obstante, un Castro confiado y relajado parece estar disfrutando su nuevo papel, a veces intercalando chistes en su discurso. Mientras los líderes sindicales coreaban “Te oímos, te sentimos, Fidel; tu estás aquí”, Raúl tomó el micrófono y preguntó qué habían estado bebiendo durante un receso en las actividades, puesto que algunos parecían estar solo medio despiertos en pleno día.

Mientras descartan un retroceso clínico, las fuentes del gobierno insisten en que Fidel ocupará el cargo de nuevo antes que finalice el año. Pero es difícil ignorar el ascenso de Raúl como un sustituto menos expresivo, lo que lleva a muchos a pronosticar un liderazgo dual, con un papel más destacado para Raúl.

La salud de Fidel, y hasta su ubicación, siguen siendo secretos muy bien guardados. Pero las evidencias mejores hasta ahora de que se está recuperando es su gesto de recibir visitantes fuera del cerrado círculo de amigos, incluyendo a Kofi Annan, el secretario general de las Naciones Unidas.

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