Raúl dialogaría con Washington

Raúl dialogaría con Washington

LA HABANA, (AFP) – El presidente de Cuba en funciones, Raúl Castro, manifestó ayer, viernes, su disposición al diálogo para normalizar las relaciones con Washington “en un plano de igualdad”, pese a que Estados Unidos calificó de “dinástica” la sucesión ocurrida en la isla.

“A estas alturas, deberían tener claro que con imposiciones y amenazas no es posible lograr nada de Cuba. En cambio, siempre hemos estado dispuestos a normalizar las relaciones en un plano de igualdad”, dijo Raúl en declaraciones al diario oficial Granma, las primeras desde el 31 de julio, cuando asumió transitoriamente el mando de la isla.

Ese día, su hermano Fidel Castro, de 80 años, anunció en una proclama la transferencia provisional de todos sus cargos a su hermano Raúl (75), debido a una crisis de salud que lo obligó a una complicada cirugía intestinal y varias semanas de reposo.

El texto de la entrevista tiene varios destinatarios evidentes, entre ellos Washington, a quien Raúl Castro mostró la rama de olivo junto al hierro de los fusiles de “decenas de miles” de hombres movilizados en la isla ante el peligro de una eventual agresión armada de Estados Unidos.

“Lo que no admitimos es la política prepotente e ‘injerencista’ que con frecuencia asume la actual administración de ese país”, aseguró Raúl, quien evocó palabras de su hermano Fidel en 1986, que -dice- “parecen escritas hoy”.

“Cuba, como lo hemos expuesto muchas veces, no es remisa a discutir su prolongado diferendo con Estados Unidos e ir a la búsqueda de paz y mejores relaciones entre nuestros dos pueblos”, dijo entonces el mandatario.

Representantes del exilio radical cubano en Miami, Florida, dijeron que la propuesta de Castro no representa nada nuevo y no debe ser tomado en serio.

“Si está dispuesto a dejar el poder en manos de un gobierno de transición que libere a los prisioneros políticos, llame a elecciones libres y respete los derechos humanos, le haría, finalmente, un gran servicio al pueblo cubano”, dijo Pepe Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, la mas importante organización del exilio.

   La designación de Raúl como sucesor de su hermano en caso de incapacidad o muerte, fue recibida con desagrado en Washington, quien tiene previsto desde 2004 un programa de transición política en la isla, bajo supervisión norteamericana.

   “Los hermanos Castro están tratando de imponer una sucesión dinástica con Raúl como regente y heredero”, afirmó a la AFP Sergio Aguirre, portavoz del Departamento de Estado.

   Por su parte, el propio presidente estadounidense, George W. Bush, advirtió el 3 de agosto que apoyará a los cubanos en sus “esfuerzos por crear un gobierno de transición en Cuba comprometido con la democracia y vamos a tomar nota de quienes obstruyan su deseo de una Cuba libre desde el régimen actual”.

   El Plan para una Cuba Libre de 2004 presentó en junio pasado su segundo informe para acelerar una transición política en la isla, en el cual se dedican 80 millones de dólares a la oposición interna y la transmisión radiotelevisiva, así como contiene un adjunto secreto por razones de “seguridad nacional”.

   “¿Qué otra forma existe de alcanzar esos propósitos que no sea la agresión militar? Por tanto, el país adoptó las medidas pertinentes para contrarrestar ese peligro real”, dijo Raúl Castro.

   Añadió que “el gobierno de los Estados Unidos no revela el contenido de ese anexo porque es ilegal. Hay que exigir su divulgación, sobre todo ahora que han hablado de su existencia para amenazar a Cuba”.

   Cuba y Estados Unidos rompieron sus relaciones diplomáticas el 3 de enero de 1961, año en que Washington preparó y financió una expedición de anticastristas por Bahía de Cochinos (centro-sur), la que fue derrotada.

   Desde entonces el diferendo bilateral, que incluye la crisis de los misiles nucleares de 1962 y la imposición de un embargo ese mismo año, ha sido sostenido, con breves y pequeñas señales de distensión durante las administraciones demócratas de Jimmy Carter y Bill Clinton.

   Las tensiones se agudizaron nuevamente con la llegada de Bush a la presidencia, y La Habana volvió a sentirse amenazada militarmente.

   Las medidas defensivas “se reforzaron especialmente cuando el actual gobierno de los Estados Unidos inició la desenfrenada política guerrerista que mantiene hasta el presente”, señaló Raúl Castro.

EU: tenemos un “Fidel light”

WASHINGTON (AFP).- Estados Unidos respondió ayer, viernes, con ironía a las primeras declaraciones de Raúl Castro desde que asumió provisionalmente el poder, presentándolo despectivamente como un “Fidel light”, sin dejar de pedir una transición en Cuba, e incluso comprometerse a “acelerarla”.

 “Como saben, no le tenemos particularmente mucho cariño al Gobierno cubano tal como lo dirige Fidel y no puedo decir que estemos especialmente entusiasmados por las primeras palabras que escuchamos de ‘Fidel light”, ironizó el portavoz del Departamento de Estado, Tom Casey, utilizando el adjetivo adoptado comercialmente para la alimentación “light”.

El vocero dijo que país no tiene “mucho que opinar” sobre las declaraciones del que presentó como el “hermanito de Fidel”, publicadas horas antes en el diario oficial cubano Granma y en las que Raúl Castro asegura que su país se ha movilizado para hacer frente a una eventual agresión norteamericana.

   Raúl Castro reveló en dichas páginas que su país movilizó a decenas de miles de reservistas para hacer frente a una “agresión” eventual de Estados Unidos, aunque también expresó su disposición al diálogo para normalizar las relaciones con Washington.

   Consultado sobre las acusaciones de invasión estadounidense, Casey dijo desconocer “los motivos que había detrás” de esa declaración y aprovechó la oportunidad para recuperar la seriedad y reiterar a los dirigentes cubanos las críticas de Estados Unidos a la entrega del poder a Raúl Castro.

   “Los esfuerzos del gobierno de Castro por imponer una especie de sucesión dinástica en la isla es algo que no sólo nosotros juzgamos inaceptable, sino que también lo va a ser para los cubanos a largo plazo”, pronosticó el vocero, quien reiteró el compromiso de su país con una transición en Cuba

   “Queremos hacer todo lo que podemos para acelerar el día (de una transición) y ayudar para que se acerque ese día”, aseguró, con la convicción de que los cubanos “no van a optar por mantener el régimen de Castro” el día que “tengan la oportunidad de votar para el que deseen como líder”.

   Más temprano, en declaraciones a la AFP, Eric Watnik, portavoz del Departamento de Estado para América Latina, había asegurado que su país “no tiene planes de invadir Cuba”, al responder a las declaraciones de Raúl Castro sobre la movilización de su país frente a una eventual agresión norteamericana.

   Bajo el gobierno del presidente George W. Bush, Estados Unidos se dotó de una Comisión de Asistencia a una Cuba Libre y hasta de un responsable para la transición cubana, Caleb McCarry, quien mantiene un bajo perfil desde que Castro sufrió su operación quirúrgica que lo forzó a delegar el poder.

   Como lo recordó Casey, esa comisión está dispuesta “a ayudar a los cubanos cuando inicien una transición hacia un gobierno democrático”.

   Cuba y Estados Unidos rompieron sus relaciones diplomáticas el 3 de enero de 1961, año en que Washington preparó y financió una expedición de anticastristas por Bahía de Cochinos (centro-sur), la que fue derrotada.

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