Razones de peso

<p>Razones de peso</p>

Una razón muy poderosa, que obliga al Gobierno a ser eficiente en materia de recaudaciones, es que necesita equilibrar el peso de una reforma o rectificación fiscal que tiene muchos adversarios.

Otra razón es que las leyes son para aplicarlas a todos por igual, para hacer que todos las cumplan con igual rigor, sin exclusiones o excepciones irritantes, sin privilegios.

Sin embargo, otra razón muy poderosa hace sospechar que una parte del Estado que debe hacer cumplir las leyes no está haciendo las cosas como debe y está creando situaciones enojosas para instancias del propio Estado.

El licenciado Miguel Cocco, director general de Aduanas, ha hecho pública su disconformidad con la manera en que la Justicia ha estado tratando a razones sociales y personas sometidas por contrabando, que corresponde a una de las figuras jurídicas que tipifican el crimen contra los intereses del Estado.

Muchas veces son los códigos, las leyes, los que contienen debilidades para  el tratamiento de casos en los cuales se requiere una enérgica respuesta en defensa de la sociedad.

Por ejemplo, en el caso de la evasión fiscal no se permite la identificación del autor si éste logra con las autoridades arreglos que le permitan resarcir por los perjuicios al interés del Estado, echando al zafacón la necesidad de castigar la conducta.

Son formas de impunidad garantizadas por los propios instrumentos del ordenamiento institucional, que tienden a fomentar la reincidencia y la burla.

No sabemos si en el caso de las quejas del director de Aduanas se trata de esos medios de impunidad que la propia ley pone al servicio de quienes delinquen contra el Estado.

Lo que sí sabemos es que hay que castigar con rigor y severidad la evasión fiscal en todas sus modalidades, y eliminar un ocultamiento de identidades que no se aplica en otras esferas del delito.

No está bien que se imponga mayor presión fiscal mientras se trata con paños tibios la evasión.

Votos
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo, será sometido hoy, según lo programado, a una operación de bypass para removerle obstrucciones en algunas arterias.

Está recluído en una unidad especializada de la Plaza de la Salud.

Se trata, en su caso, de un procedimiento preventivo, para evitar percances futuros.

Monseñor López Rodríguez es pastor espiritual de una buena parte de los dominicanos que practican la fe católica.

Su liderazgo y autoridad en el ejercicio pastoral son ampliamente reconocidos y respetados por católicos y no católicos.

Es un defensor sin tregua de las mejores causas de los dominicanos, por cuyos derechos siempre se pone al frente.

Por esas cualidades de bien merece que le dispensemos nuestra mejor solidaridad y que hagamos votos por su pronta y satisfactoria recuperación.

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