Los expertos de nutrición ofrecen cada ves más razones para consumir una bebida de tradición ‘mala prensa’: el café. No se trata de abusar de él, pero si es cierto que, a dosis moderada, ofrece algunos beneficios a nuestra salud.

– Pone en guardia los reflejos: la cafeína, al estimular el sistema cerebroespinal, provoca un aumento en la rapidez de los reflejos.

– Es un antidepresivo: el café ayuda a mejorar el estado anímico y a afrontar con mayor seriedad los problemas cotidianos, según han comprobado expertos de la Universidad de Boston (Estados Unidos).

– Los músculos en forma: potencia la capacidad de concentración muscular, disminuye la fatiga y mejora la coordinación de los movimientos.

– Y las libras, a raya: por su acción sobre el sistema nervioso, dilata las arterias renales y, por tanto, favorece la diuresis. Además, al actuar sobre las glándulas endocrinas, acelera el metabolismo y aumenta la lipólisis (o quema de grasas) y la termogénesis (o quema de calorías).

– Facilita la digestión: al favorecer la secreción de los jugos gástricos y activar la producción de bilis y el tránsito intestinal, es una buena ayuda para el proceso digestivo.

– Protege de los cálculos biliares: tomar dos o tres tazas diarias reduce en 40% el riesgo de formación de cálculos biliares, según un estudio de la Universidad estadounidense de Harvard.