Razones para comer berenjenas

Razones para comer berenjenas

Repletas de vitaminas, minerales y fibra, y con el potencial de bajar el colesterol y ayudar a controlar el peso, las berenjenas son una gran opción en ensaladas, estofados y mucho más. La nutricionista Jo Lewin, de BBC GoodFood, continúa nuestra serie sobre los beneficios de ingredientes con esta versátil fruta, que se usa como vegetal.

Así como los tomates, las papas y los pimentones, la berenjena (solanum melongena) pertenece a la familia de plantas solanáceas.

De hecho, las berenjenas crecen de una manera parecida a la de los tomates, colgando de una planta alta.

Tienen un color púrpura profundo y una cáscara brillante que cubre su carne esponjosa, salpicada de pequeñas semillas comestibles.

Berenjenas

Además de la versión púrpura clásica, hay berenjenas en otros colores -como el violeta, verde jade, naranja, amarillo, crema- y en una variedad de tamaños y formas.

El nombre común en nuestro idioma salió de India, pasó por la lengua persa y luego al árabe, para llegar al español en el siglo XV.

La berenjena de hoy es una versión moderna de la silvestre que es nativa del sureste asiático.

Antes de la Edad Media fue introducida en África y luego se popularizó en Europa y Medio Oriente.

Durante siglos fue una planta decorativa en los jardines, no un alimento, pues el sabor de la berenjena puede ser amargo.

Ventajas nutricionales

Las berenjenas son una fuente excelente de fibra.

También contienen vitaminas B1, B6 y potasio.

Además, tienen un alto contenido de los minerales cobre, magnesio y manganeso.

100 gramos de berenjena cruda proveen:

25 calorías

1 gramo de proteína

0,2 gramo de grasa

6 gramos de carbohidrato

3,4 gramos de fibra

Lo que dice la ciencia

Las berenjenas son ricas en antioxidantes, específicamente nasunin, que se encuentra en la cáscara y le da su color púrpura.

El nasunin es un compuesto antioxidante potente y un neutralizador de radicales libres que protege los lípidos en las membranas de las células del cerebro.

Estas membranas son responsables de la protección de la célula y la ayudan a funcionar.

La capa de lípidos es crucial para dejar que entren los nutrientes, salgan los desperdicios y lleguen las instrucciones de las moléculas mensajeras que le dicen al cerebro qué hacer.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas