Es evidente que cuando los pueblos atraviesan por situaciones extremadamente difíciles, como la que actualmente sufre el pueblo dominicano, todos debemos pensar primero en salvar la patria y posponer nuestras simpatías partidistas para una nueva oportunidad.

En estas elecciones que se celebrarán el venidero 16 de mayo, nuestro pueblo concurrirá a las urnas en uno de los momentos más duros que recuerde nuestra historia moderna. La situación económica con una inflación de 67% (la más alta de América), el alto índice de desempleo, el aumento del costo de la canasta familiar, etc; han creado un sentimiento colectivo de frustración, pesadumbre y desconfianza, que hundió al país en la mayor bancarrota moral y económica que se pueda recordar en nuestra más reciente historia.

Ante esta realidad hay que ser sensatos y admitir que para sacar al país del atolladero en que se encuentra, debemos unirnos todos y hacer frente al grupo político que ha dirigido los destinos de República Dominicana en los últimos 4 años, único responsable de los problemas existentes y, que a pesar de ello, pretende permanecer en el poder un nuevo período.

El Dr. Leonel Fernández Reyna es el candidato que exhibe mayor popularidad, y creo que el pueblo no se ha equivocado -ya que- sin lugar a dudas, es la persona más indicada y de mayor experiencia d las que concurren al próximo certamen electoral, como candidatos a la presidencia.

Todos recordamos su gobierno y, con justicia, debemos reconocer sus esfuerzos por modernizar el aparato burocrático del estado, las obras públicas construidas para adecuar nuestra capital a los requerimientos de gran ciudad, la creación del departamento de Cultura, el desayuno escolar, el mejoramiento y capacitación de los maestros, la creación de AMET (que más tarde ha sido completamente desnaturalizada), el inicio de la modernización del transporte público; en fin, estas son sólo algunas de las cosas que recordamos. Si se habla de Economía, nuestro país nunca había tenido una etapa más floreciente en este orden: estabilidad cambiaria, un crecimiento que superó el 8.5% anual, inversión extranjera de gran monto, creándose para este fin un departamento con técnicos muy capaces y de gran dedicación a su país. En cuanto a Política Exterior, el gobierno del Dr. Leonel Fernández inició el proceso de una actuación más agresiva y con mayor presencia mundial, además -a mi entender- él fue el verdadero Canciller de la República.

Si Leonel Fernández cometió errores en su gobierno, seguro es que no los repetirá, porque ya ha adquirido la experiencia necesaria y es innegable su buena intención y patriotismo.

Quiero unirme al movimiento de los compatriotas Reformistas, quienes han entendido que debemos anteponer nuestra fidelidad a la patria a la fidelidad partidista. Hablo de Donald Read Cabral, Carlos Morales Troncoso, Leonardo Matos Berrido y Guido D’Alessandro Tavarez, hombres que lideran este movimiento, quienes siendo personas que se han realizado en todas las actividades en que han participado -tanto públicas como privadas- lo único que desean a esta altura de sus vidas, es contribuir al advenimiento de un país donde impere la justicia social, la prosperidad y la seguridad ciudadana.

El 16 de Mayo próximo, es nuestro deber dar una prueba inequívoca de la decisión mayoritaria del pueblo dominicano que clama por salir del caos imperante, como también de evitar una segunda vuelta, impidiendo así «triquiñuelas» de último momento. Cuando esto suceda, al día siguiente nuestro país volverá a ser como era y existirá el deseo común de todos los ciudadanos de llegar a ser una gran nación.