Razones para la campaña prematura. El comercio electoral tiene un mercado formal representado por los fabricantes de vallas publicitarias, impresoras de afiches y volantes, creadores de imagen, perfil de liderazgo y solidaridad comunitaria, anunciantes en radio, periódicos y televisoras, organizadores de eventos políticos y un mercado “informal” donde están los que “chiripean” con la política o con las actividades proselitistas y que han creado una clase de colaboradores donde hay destructores de afiches, equilibristas de ventanas de jeepetas en mítines, compradores de cédulas, multiplicadores de rumores en guaguas y carros de concho, repartidores de dinero en caravanas y coleccionistas de gorras y carnés de todos los partidos para asegurar un empleo con cualquier ganador.
El negocio electoral se inicia temprano porque muchos del mercado informal, pasadas las elecciones, dan un salto cualitativo al otro mercado convirtiéndose en funcionarios con salarios lujosos, y a los que son como ellos eran los llaman “chusma”.