Invito a la sociedad dominicana a orar.
Entre otras, hay diversos tipos de oraciones: de alabanza, de intercesión, de adoración, de gratitud y también rezamos para pedir favores personales.
El poder de la oración es muy grande y puede contrarrestar cualquier situación adversa.
Estamos a escasos días de la Semana Mayor y es un tiempo precioso y preciso para aprovecharlo y pedir al Señor por nuestro país.
Por nuestras condiciones geográficas, somos un país vulnerable a ser afectados por fenómenos naturales, como terremotos y huracanes. Debemos dar gracias a Dios porque en los últimos tiempos no hemos sido víctimas de esos desastres pero no nos cansemos de pedir para ser librados de ellos.
Así mismo, hay que orar mucho por la unidad de las familias; vemos a nuestra sociedad en un proceso de desintegración y en parte es por la fragmentación en que viven los hogares, donde cada quien anda por su lado y hay muy poco espacio para el diálogo y las manifestaciones de afecto.
Debemos rezar porque Dios nos dé conciencia acerca del cuidado que debemos tener con el medio ambiente. Entre todos, por comisión o por omisión, estamos mermando la calidad de vida por el irrespeto al ambiente y a los recursos naturales.
Una oración que siempre tenemos que hacer es para pedir tolerancia. Esto es comprender a los demás y ponernos en su lugar para ser amables y compasivos. Si somos tolerantes nos evitaríamos muchos disgustos.
También es necesario rezar por nuestros gobernantes, desde el Presidente de la República, los demás poderes públicos y las instituciones oficiales que están llamadas a servir a la Patria. Para que desde arriba haya equidad, respeto y trabajo a favor de las mayorías, sin distingo de condición social, política o de cualquier otra índole, pero siempre tomando en cuenta que no se pude perjudicar a los más pobres.
En fin, que lo enunciado arriba, es solo una muestra por las situaciones que pueden ser objeto de nuestra oración hoy y siempre.