BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Lo peor de todo es que se usa el cuco de que el Presidente de la República aprueba la instalación de una planta eléctrica a carbón, en Barahona. Se argumenta que el gobierno necesita inversión extranjera y que habría un ingreso de unos 600 millones de dólares.

Cada vez que alguien quiere hacer algo que tiene resistencia, porque no conviene, porque daña al país, se coloca como escudo la supuesta aprobación del Presidente de la República.

Cierto. El Presidente de la República Dominicana tiene mucho poder pero también ese poder tiene limitaciones constitucionales, legales, sociales, económicas y humanas.

Ya en Barahona una de las principales cabezas de la tragedia nacional: la compra y venta de voluntades, inició sus operaciones. Se intenta demostrar que la planta eléctrica a carbón que se pretende instalar allí beneficia al pueblo.

Personas interesadas y pagadas, se desplazan por el pueblo billeteando, amenazando, ofreciendo villas y castillos, pero sobre todo mintiendo.

Mienten, porque esos representantes de intereses oscuros hablan de la creación de nadie sabe cuántos empleos y de un bienestar para la región que no es cierto.

La instalación de esa planta sólo provocará la huida de inversionistas que ya trabajan en la zona en el planeamiento de desarrollos turísticos.

Les cuento: semanas atrás poco después de llegar a la reunión en el sitio de Los Barrancones en el batey central de Barahona, el doctor Julio Vargas y Matos Féliz comenzaron a sentir una picazón en el cuerpo que los obligó a rascarse.

¿Qué ocurría? ¿Por qué los dos se rascaban y se miraban uno al otro sorprendidos?

Los lugareños explicaron que había cambiado la dirección del viento y llovía el polvillo de la chimenea de la planta a carbón instalada en Barahona sin importar el daño que provoca a seres humanos, animales y al medio ambiente.

Esa planta iba a ser operada con combustibles derivados del petróleo y finalmente se construyó para generar energía eléctrica a partir del carbón.

Se han registrado casos de retraso en el aprendizaje en niños residentes en ese barrio de Barahona, según explicó el doctor Vargas en la reunión celebrada el miércoles último en la sede del Centro Universitario Regional del Suroeste (CURSO).

En Barahona todos recordamos cómo ha sido castigada la salud de sus habitantes con los embarques a granel de yeso que levanta un polvillo que cubre una gran parte del pueblo, con el consiguiente daño a las vías respiratorias.

En uno u otro momento en Barahona hemos sido víctimas del sucio que deja la “cachipa”, un polvillo negro que arroja al aire la operación del ingenio.

Aunque hay gente que dice que instalar una nueva planta a carbón no afectará al pueblo porque los vientos soplan en tal o cual dirección, los barahoneros sabemos que el viento también sopla del norte y que esa planta arrojaría su contaminación desde puerto Alejandro hacia el pueblo, en dirección norte-sur, como ocurre con la “cachipa” del ingenio.

En la reunión del miércoles acordamos un plan de acción a favor del desarrollo de Barahona y el suroeste y contra la instalación de esa fuente de veneno, contaminación, muerte y multiplicación de la miseria.

No desmayaremos. Somos muchos. Cada día se suman más, a medida que son informados con la verdad.