El economista Luis H. Vargas consideró que el hecho de que durante el período de vigencia del DR-CAFTA países centroamericanos como Nicaragua y Costa Rica hayan acumulado un alto superávit comercial, mientras que la República Dominicana acumula un alto déficit comercial, revela que en el país ha faltado una política dirigida a aumentar las exportaciones.

Vargas citó que desde marzo de 2007 hasta mayo del corriente 2010 –periodo de 39 meses de vigencia del Tratado Comercial de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana llamado CAFTA-DR- la economía dominicana ha acumulado el voluminoso saldo negativo de 7 mil 451 millones de dólares en el canje de bienes  con la economía estadounidense, fruto de la imparable brecha entre el alcista valor de 19 mil 704 millones de las importaciones y el rezagado valor de 12 mil 252 millones de las exportaciones.

Los superávit comerciales de Nicaragua y Costa Rica frente a Estados Unidos revelan claramente las posibilidades de diseñar y aplicar políticas públicas favorables a la expansión de los mercados y negocios de exportación, pese a las restricciones impuestas por la crisis económico-financiera de Estados Unidos y del resto del mundo.

En cambio, dijo que Nicaragua ha logrado obtener 3 mil 178 millones de dólares de excedente en el comercio de bienes con Estados Unidos, durante la implementación de CAFTA-DR de abril de 2006 a mayo del presente año,  gracias a la aplicación de una política de promoción empresarial e incentivación fiscal de las exportaciones de productos agrícolas y piezas de vestir y una gestión monetaria de mediatización de la  sobrevaluación cambiaria. Por otro lado, Costa Rica ha logrado computar un exceso de mil 173 millones de dólares de exportaciones sobre importaciones en su intercambio de bienes con Estados Unidos, bajo el amparo de CAFTA-DR desde  enero de 2009 hasta mayo del año en curso, por medio de la instrumentación de una política exportadora de combinación de formación laboral, innovación tecnológica y especialización mercantil, en especial en la fabricación de micro-ships.

Favoreció una serie de medidas para superar la situación, que incluyen la renegociación de CAFTA-DR, la formación de una gran corporación estatal o público-privada de comercialización de mercancías dominicanas y financiación de empresas localizadas en Estados Unidos, la revisión del fisco tendente al  respaldo de negocios productivos y exportadores y disminución drástica de la evasión tributaria, entre otras.