RD ante su oportunidad

RD ante su oportunidad

VÍCTOR GULÍAS
Las tremendas dificultades, los múltiples y serios problemas y el agravamiento de la crisis que en todos los órdenes afecta el país, más que caldo de cultivo para siniestros pronósticos, han de servir de aliciente para que todos unidos alrededor del Presidente electo, Dr. Leonel Fernández, busquemos salida de fondo a nuestros males.

Es tiempo de crisis. Es tiempo de apelar al patriotismo, a la concertación, al sacrificio, a que todos aportemos nuestra cuota de esfuerzo en procura de salir del abismo en que nos encontramos. No es tiempo de politiquería ni de partidarismo, es momento crucial de lanzarnos unidos al rescate de la nave nacional que amenaza con naufragar en los procelosos mares de la crisis más aguda que recuerde nuestra vida republicana.

Por fortuna, Leonel Fernández, capitán electo para la nave nacional, ya tuvo la oportunidad de gobernar, ahora ha madurado más, tiene experiencia de Estado, lo que, unido a sus dotes personales de hombre mesurado, pensante, moderado, que sabe escuchar, respetuoso de las opiniones e ideas ajenas, le permitirá evaluar logros y errores del pasado, para no repetirlos y así, consensuando las necesarias reformas, podremos junto con él superar las crisis que nos abaten, aunque sea largo y tortuoso el camino que nos aguarda.

Es por ello que sostenemos que el país está ante su oportunidad para remontar la actual situación, para luchar unidos, para demostrar orgullo dominicanista y amor a la patria, pues no podemos, por mezquindades ni resentimientos obstaculizar la labor del gobierno entrante, ni mucho menos cometer la torpeza suicida de pretender conspirar para que fracase el equipo gobernante electo con 57 por ciento de los sufragios.

Hace falta una revolución moral, un sacudimiento ético, que frene radicalmente la corrupción, para destinar los recursos desviados por ella a socorrer a los más necesitados. Para enfrentar con éxito esta crisis tan aguda que nos azota y que ha destruido nuestro poder adquisitivo y la fortaleza de nuestro signo monetario, se requiere, de arriba abajo, austeridad.

Austeridad real. Austeridad bien concebida. No de poses. No en los periódicos. Austeridad en el gasto público, en los gastos corrientes, poner fin al dispendio, a la falta de conciencia. Hace falta orden, disciplina, en fin, todos los sectores del país, especialmente los que más pueden, debemos cerrar filas en torno al gobernante electo, para junto con él y su equipo, sacar a la República de la postración en que se encuentra.

Es preciso advertir, no obstante, que volver a crecer, estabilizar la economía, volver a generar empleos, revaluar el peso y frenar la prima del dólar, no será tarea fácil pues el deterioro es muy agudo, el petróleo está caro, la producción se ha deteriorado, la fuga de capitales ha sido dramática y la crisis energética está al borde del colapso.

Es precisamente por todo ello que se requiere de un compromiso patriótico, de poner todas nuestras energías en apoyo al naciente gobierno para que pueda resolver los más urgentes males económicos y sociales que nos agobian. Es por eso que, como se dice, nunca es más oscura la noche como cuando va a amanecer y ya la noche de la crisis nacional no aguanta más negrura, ahora viene el amanecer, ahora viene la confianza, ahora viene el trabajo creador que operará el milagro de devolver la estabilidad a la República Dominicana. Depende de todos nosotros.

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