República Dominicana ha logrado importantes avances en las prácticas de uso de agroquímicos, lo que le ha permitido disminuir las pérdidas por devolución de productos agrícolas exportados desde el país.
Así lo aseguraron el presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Productos Agropecuarios (Animpa), Ricardo Billini, y el vicepresidente, Nicolás De la Cruz, quienes destacaron la importancia del uso correcto de plaguicidas y otros productos agroquímicos para evitar secuelas colaterales que afecten tanto al comercio agrícola, como a la salud humana y ambiental.
Billini expresó que es un tema que ha venido mejorando y requiere un cambio de cultura de parte de los agricultores.
Dijo que el país tiene la disponibilidad de los mejores productos que se usan a nivel mundial para controlar las diferentes plagas y enfermedades.
Destacó que Animpa, otras asociaciones similares y el Estado trabajan juntos en educar al agricultor sobre el uso adecuado de estos productos y que dejen a un lado otros químicos que se usaban en el pasado.
Resaltó que el Estado ha creado normativas y reglas para que los mismos no se utilicen y esto ha llevado a que los reclamos internacionales no devuelvan contenedores.
Expuso que los productos conocidos como franjas rojas, que tienen un nivel toxicológico más alto, ya no existen en el mercado pues por norma se han ido eliminando por el Estado.
Señaló que existe una Comisión Nacional de Plaguicidas que evalúa todo lo que tiene que ver con el uso de agroquímicos y está conformado por el Departamento de Sanidad Vegetal del Ministerio de Agricultura y el Departamento de Inocuidad Agroalimentaria que es el que vela porque los productos sean inocuos para la salud del ser humano, así como representantes del sector privado como Animpa y Asociación de Fabricantes, Representantes e Importadores de Productos para la Protección de Cultivos (Afipa).
De la Cruz expresó que en los últimos 10 años ha habido una revolución en la fabricación de los agroquímicos a nivel mundial y cada vez estos son más seguros. Además que las normas internacionales para aprobar su fabricación son cada vez más estrictas y debe ser 10 veces más seguros que años anteriores.