RD-China: un año forjando relaciones

RD-China: un año forjando relaciones

Se cumple un primer año de unas relaciones históricas entre República Dominicana y la República Popular China. Se ha descrito el hecho como el “establecimiento” de lazos oficiales con la RPCh y en mi opinión, en estricto rigor diplomático, se trató más bien del “restablecimiento” de relaciones. Se insiste en que RD llevaba 77 años de vínculos con Taiwán lo que lleva a 1940 y, de facto, al momento en que se firman protocolos entre la República de China y la RD. Sin embargo, observemos que en esos momentos no existía lo que 30 años más tarde empezó a conocerse como República China de Taiwán.
El 1 de octubre de 1949 Mao Zedong proclama la República Popular China sustituyéndole el nombre de República de China. El general ChiangKai-shek, presidente derrocado, se repliega a la costa con parte del ejército y la oligarquía china y desde allí, anticipándose a la ofensiva inevitable que emprendería el Ejército Rojo para sofocar los restos del régimen los EEUU y aliados, emprenden un gigantesco puente aéreo y marítimo para evacuar a dos millones de ciudadanos hacia la isla china de Formosa,– rebautizada más tarde como Taiwán – donde se instala el régimen derrotado que siguió siendo reconocido por casi todo el mundo como continuación de aquel con excepción del campo socialista de entonces y, consecuentemente, continuó ocupando los asientos correspondientes a China en agencias internacionales incluyendo el Consejo de Seguridad de la ONU. Los flujos de ayuda recibida, junto a la laboriosidad china, contribuyeron a construir una economía floreciente.
Cuando la realidad geopolítica e intereses de seguridad llevaron a Washington a reconocer a China Popular como única China condujo al rompimiento de vínculos con Taiwán y la expulsión de la misma de los órganos internacionales en el decenio de los 70. Entonces sufrió una metamorfosis, convirtiéndose en República China de Taiwán afirmando que había “dos chinas” renegando de la posición que había mantenido desde 1949 de que era la representante de una sola China. Comenzó un proceso progresivo de naciones que se deshojaban de las relaciones con aquella y reconocían a la RPCh a lo que se incorporó RD hace ahora un año redirigiendo los vínculos a donde realmente correspondían.
Los vínculos comerciales iniciados desde 1997 fueron convirtiendo la RPCh en el segundo suministrador de importaciones de RD. El incremento del intercambio corporativo registrado debe impulsar aún más esos vínculos aunque ni pensar en equiparar las relaciones comerciales debido a la magnitud y estructura de ambas economías. Tampoco lo logramos con los EEUU. Si hay que pensar en alternativas para balancear las relaciones económicas integralmente debemos valorar no solo el flujo comercial sino también las potencialidades en inversión, turismo, instalación en zonas francas, desarrollo de infraestructuras, asistencia y cooperación. Mucho se ha avanzado pero la madurez de relaciones lleva tiempo y se requiere la confianza mutua. Olvidémonos de los “cuentos anti chinos” y valoremos las relaciones por experiencias propias y no por fantasmas y demonios ajenos. América Latina y el Caribe estrechan sus relaciones con China. Avancemos sin miedo forjando confianza.

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