República Dominicana  tiene todas las condiciones para producir  cantidades apreciables de hierbas aromáticas, medicinales y condimentos para suplir parte de la demanda del mercado internacional, principalmente de Estados Unidos y Europa, que se estima en más de US$6 mil millones  anuales.

Se trata de plantas que nacen en campos, se cultivan en huertos y en invernaderos. De estas últimas dos modalidades han surgido empresas, con sus  empacadoras, para suplir supermercados  locales y exportar a Estados Unidos y Europa.

Las hierbas  medicinales, aromáticas y condimentos forman parte del grupo de productos no tradicionales y generalmente se cultivan en países en desarrollo.

Entre las hierbas y condimentos  más conocidos figuran:  albahaca, azafrán, canela, cilantro, hierbabuena o yerbabuena, incienso, jengibre, lavanda,  manzanilla, melisa o toronjil, menta, orégano, perejil,  té, regaliz, ruda, salvia, santolina, tomillo, yerba mate, cebollino, hinojo, laurel, romero,  clavo dulce,  nuez moscada, pimiento y ajo.

Tanto las hierbas como los condimentos y las especias son demandados por las cocinas del mundo, en especial por la de los grupos étnicos residentes en países desarrollados.

Les agregan calidad a los platos que tocan sus sabores y mejoran sus valores dietéticos y nutritivos. También aportan un alto contenido en sales minerales y vitaminas cuando estás frescos. Los productores dominicanos tienen la oportunidad de aprovechar el mercado, ya que el país tiene condiciones para producir estas plantas y condimentos. 

Cuando las hierbas no se pueden conservar frescas todo el año, se pueden congelar picadas en fundas plásticas o entre hojas de papel. Otra forma de conservación es en aceite o vinagre, preferiblemente en recipientes opacos, así como en sal, alternando en un envase capas de sal y de hierbas. También secando hierbas frescas al calor del sol, pero sin sol directo, o cerca de una estufa. Las hierbas se secan sin lavar, atadas en pequeños ramos y colgadas boca abajo. 

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Comercio plantas

La producción de plantas medicinales es rentable cuando se le da un valor agregado a la producción primaria. Para eso hay que obtener materia prima de  calidad, lo que implica  cultivo y cosecha en el momento adecuado. Hacer   los análisis que correspondan para tener  material libre de impurezas tanto en plantas medicinales, especias y aromáticas,  muy  demandadas por  los mercados de Europa, Japón, China, Corea y EU.