IDH resalta que la violencia forma parte de la trampa de un alto crecimiento desigual
República Dominicana ocupa los primeros lugares de América Latina en violencia de pareja contra las mujeres y en feminicidios.
El país tiene el tercer dato más alto en feminicidios de 16 países evaluados y el cuarto más alto de mujeres abusadas física o sexualmente por alguna pareja, de acuerdo al último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que analiza los vínculos entre violencia, desigualdad y productividad.
El Informe Regional de Desarrollo Humano 2021 destaca que el país tiene tercera tasa de feminicidios de la región de 3.1 por 100,000 habitantes, superado Honduras con 7.1 y Salvador con 6.3, el promedio regional es de 2.0, tomando en cuenta la cifras entre el 2000-2019.
Resalta que el 29% de las mujeres dominicanas han sido abusadas física o sexualmente por alguna pareja, una cifra más alta que el promedio de la región que es un 26%, de acuerdo a las últimas cifras obtenidas en el periodo 2003-2017.
Además, el 20% de las mujeres dominicanas ha sido abusada sexual o físicamente por su pareja más reciente.
En este indicador el país tiene una cifra menor que el promedio regional que es un 24%, teniendo Bolivia la cifra más alta de 59%.
También, a esta situación se suma que las últimas estadísticas (2010-2014) revelan que el 18% de los dominicanos afirma haber sido víctimas de un delito en los últimos doce meses. Esta cifra es mayor que el promedio regional que es de un 14%. El PNUD afirma que hoy en día el narcotráfico, no solo ha convertido a República Dominicana y Jamaica en rutas de tráfico clave hacia América del Norte y Europa, sino que también ha aumentado los niveles de violencia y corrupción, así como la capacidad coercitiva de los grupos criminales.
Desconfianza en el sistema judicial. En el análisis el PNUD consideró alarmante que entre el 40 y 52% de las personas en República Dominicana y en otros ochos países de la región apoyan el uso de la violencia extrajudicial como forma válida de resolver conflictos, lo que refleja unos niveles bajos de confianza de los ciudadanos en las instituciones.
La violencia parte de la trampa de un alto crecimiento. El informe del PNUD explica que América Latina y el Caribe es la región más violenta del mundo según la cantidad de homicidios que registra. Y la violencia es un factor importante que subyace a la trampa de bajo crecimiento y de alta desigualdad en la región y su erradicación requiere intervenciones políticas activas en varias áreas.
“Dada la prevalencia de la violencia y sus graves repercusiones en el desarrollo humano, la región necesita desesperadamente más y mejores datos, especialmente sobre las formas más graves de violencia que la afligen”, expresa el análisis.
Afirman que la mayor desigualdad puede estimular la violencia, la violencia también puede aumentar la desigualdad a través de su efecto sobre los resultados del desarrollo. Explica que la violencia afecta desproporcionadamente a los más vulnerables, perpetua y amplifica la desigualdad en varios aspectos del desarrollo humano, incluidos los derechos, los ingresos, la salud, la educación y la representación política.
La violencia también afecta el crecimiento económico a través de su impacto en las personas, las empresas, las comunidades y las instituciones.
ZOOM
Crecimiento positivo
El estudio revela que en el periodo 1962-2019, el país ha tenido 53 años de crecimiento económico positivo y solo cinco años de cifras negativas, pero cuando se evalúa el crecimiento del PIB per cápita o como el crecimiento se reparte en la población, han sido 46 años con cifras positivas y 12 cifras negativas, porque el ritmo de crecimiento de la población fue más elevado que el ritmo de crecimiento del PIB.
Productividad baja
El crecimiento económico del país ha dependido más de la inversión de capital (infraestructura tecnología) y menos en productividad laboral. Es decir que la baja productividad está al centro del crecimiento mediocre no solo del país sino de América Latina.