RD con potencial agroforestal

RD con potencial agroforestal

EVARISTORUBENS
e.rubens@hoy.com.do
El país tiene un gran potencial para desarrollar hacia el 2030 cadenas productivas agroforestales generadoras de más valor agregado y competitividad, susceptibles de ser integradas de manera eficiente a los mercados global y local.

También la producción de frutas, de hortalizas y en menor medida de arroz ha sido dinámica y las cadenas productivas pecuarias (aves, porcinos, huevos y leche) han sido muy activas y muestran un especial potencial de desarrollo hacia ese año, favorecidas por la demanda nacional y global.

Sin embargo, en el país suele haber en varios sectores de la sociedad escasa conciencia de la importancia del sector agropecuario y del medio rural. Estos planteamientos están contenidos en el documento La República Dominicana en 2030: Hacia una Nación Cohesionada, puesto a circular  la semana que termina por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas. Explica que los servicios y productos rurales  se consideran como un hecho dado. Sus costos y la necesidad de reponer el capital natural, físico y humano rural son poco considerados y en la práctica se concede poca atención a la necesidad de canalizar suficiente financiamiento e inversión para reponer  y expandir la capacidad productiva agropecuaria. 

El medio rural nacional, en particular su sector agropecuario, presta valiosos servicios ambientales, como por ejemplo la captura de carbono, la regulación ciclo hídrico, la oferta de agua y la generación de energía. Cuenta además con importante potencial de sustitución de hidrocarburos por biocombustibles.

También produce alimentos para los dominicanos, obtiene divisas a través de las exportaciones, genera una proporción importante del PIB y da empleos a la población. La agricultura también transfiere excedentes al resto de la economía por medio del sistema de precios. El medio rural además provee servicios turísticos y sus emigrados generan un significativo monto de remesas. Pese a todo, el sector agropecuario recibe un escaso apoyo en términos de gastos  del Gobierno y crédito bancario.

El documento reconoce que entre 1990 y 2006 se manifestaron tendencias de innovación tecnológica en la producción de invernaderos, la capacitación en uso eficiente de agua para riego y la producción de orgánicos para exportación. En algunos casos hubo significativas mejoras de la productividad, gracias a innovaciones inducidas por el Instituto Dominicano de Investigaciones  Agropecuarias y Forestales  y la Secretaría de Agricultura, incluyendo mejores prácticas e inversiones mas eficientes.

Además el DR-CAFTA ha generado expectativas favorables de exportación. El crecimiento de la agropecuaria en ese período fue volátil y pausado, aunque en los últimos 6 años mostró un mayor dinamiso. Destaca que la productividad promedio de la agricultura fue declinante o se estancó durante los últimos 15 años en la mayor parte de los principales cultivos (0,6% en promedio anual) que utilizan el 75% del área cosechada. En este período también cambió sus estructura, aumentando el área cultivada de arroz, café, cacao, ajíes berenjena, ñame, naranja, melón y piña y se redujo la superficie de caña de azúcar, sorgo, habichuelas, tabaco, tomates, yautía y otros.

El Gobierno dominicano tradicionalmente ha apoyado al agro por medio de diferentes instrumentos fiscales y comerciales, afirma el documento de la CEPAL. Cita el gasto público en riego, investigación y extensión ha sido valioso, el crédito agropecuario, las exenciones fiscales, la protección arancelaria, las cuotas de importación y otros instrumentos comerciales han tendido a favorecer a los productores, pero estos apoyos han sido insuficientes ante los obstáculos y las tendencias adversas que afectan al sector agropecuario y al medio rural.

Explica que los precios reales al productor se redujeron en la mayoría de los cultivos. El descuido del sector se ha manifestado en baja inversión, excepto riego, y en descenso de los apoyos existentes. Además afectaron de manera adversa factores internacionales, como la reducción de los precios en 1995-2006 para 54% de los productos y muy baja para el 20%.

Asimismo la diversificación de productos y de mercados fue un logro considerable del período. Las proyecciones globales de una mayor y más calificada demanda de productos agrícolas significan en términos generales una oportunidad de expandir la producción nacional de exportación.

Antecedentes

Déficit
En los últimos tres lustros el déficit agroalimentario del comercio exterior fue volátil y se  acentuó de manera considerable, tanto por el crecimiento acelerado de las importaciones de cereales y semillas oleaginosas como por el estancamiento de las expansiones agroalimentarias.

Pobre
En el 2005, el 51% de la población rural del país era pobre y el 29% se encontraba en condiciones de extrema pobreza.

Gasto
El gasto del Gobierno central o público agropecuariono es elevado, como a veces se afirma, basándose en comparaciones internacionales de países desarrollados que cuentan con un PIBA mucho menor. El gasto en el período 1990-2006 representó a penas el 0,7% del PIB y el 9,5% del PIBA, en tando el valor agregado agropecuario es 9% del PIB total. El gasto agropecuario como proporción del gasto total del Gobierno fue en 2005 de apenas 3%.

Calidad y desafío agro
La calidad del gasto agropecuario se podría elevar. La proporción mayor del gasto de Agricultura está destinado a salarios y otros gastos corrientes (63% en 2001) y normalmente esa cartera ejecuta menos del 90% del presupuesto aprobado. El sector agropecuario hacia el 2030 tiene 4 condiciones  necesarias para su desarrollo: incentivos para el productor y ganancias de sus inversiones por precios altos, información de parte de los investigadores y extensionistas acerca de costos y mercados, inversión en infraestructura y almacenamiento e innovaciones técnicas para nuevos productos y variedades de sistemas de producción alternativos.

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