La República Dominicana ya tiene una plantación comercial de pejibaye para extracción del palmito, una especie comestible de la familia de las palmeras, con más de 200,000 matas establecidas desde hace varios años por la Fundación Progressio en la Comunidad de Doña María, en Cevicos, Cotuí.

El objetivo de esta plantación, según explicó su mentor y productor pionero, ingeniero Enrique Armenteros, presidente de la Fundación Progressio, es ofrecer a la población dominicana, sobre todo a una parte del campesinado, una planta alternativa que reúne condiciones alimenticias similares al palmito que se extrae de la palma criolla.

Asimismo, con la siembra comercial de esta especie, la Fundación Progressio busca motivar a los campesinos de diferentes zonas para que participen y emprendan el desarrollo de este cultivo, con fines alimenticios, como un posible producto de exportación, la generación de divisas y como forma de evitar la tala de la palma criolla que se encuentra en vía de extinción.

El cultivo comenzó a finales de 1999 y al cabo de sólo cuatro años comenzaron a ser cortados los primeros brotes comestibles de pejibaye.

La finca es manejada con un criterio conservacionista, haciendo la siembra compatible con muchas especies forestales y frutales nativas existentes en la zona.

Actualmente la Fundación Progressio está explotando comercialmente el cultivo, haciendo cortes regulares y procesándolo en una pequeña agroindustria instalada en la misma finca, para atender una demanda creciente de consumidores de algunos segmentos de la población nacional y turistas que conocen de las propiedades alimenticias favorables de este producto.

Armenteros explicó que aunque internamente el consumo de pejibaye producido por la Fundación Progressio está registrando un crecimiento sostenido, todavía la demanda doméstica es sustancialmente inferior a las disponibilidades, por lo que se están realizando gestiones para exportar los productos a mercados de países como Estados Unidos, Europa y el Caribe.