Fue en el año 2010, la primera vez que República Dominicana participó de las actividades internacionales como miembro observador oficial de la OIF Organitation Internationale de la Francophonie. Todos los actuantes que durante el pasado año trabajaron y trabajan con las orientaciones y espíritu de esta bella idea, participaron a buen ritmo, y a su nivel y competencia, con propuestas originales de interés para todos los públicos del espacio francófono.
De este gran sueño ya logrado- felicitamos a los maestros y maestras, profesores de francés que se han implicado en darle vida a este concepto con la personalidad feliz y positiva del dominicano, y eso es lo que hemos podido cosechar en el espectáculo de los estudiantes de 3ro. y 4to. de bachiller de diferentes escuelas, que interpretaron y acogieron con su swing criollo el cancionero más célebre o popular de Francia, a través de canciones como La Boheme, Ne me quitte pas y La vie en rose, en las voces que la inmortalizaron: Charles Aznavour y Edith Piaf.
Hemos presenciado recientemente en el club Mauricio Báez, el estímulo que la francofonía transmite a la juventud, una juventud que nos sentó en su mesa para oirles disfrutar de todo lo aprendido.
El Ministerio de Educación marcó su impronta y mucho se implicaron en el acto de clausura el pasado 24 de marzo del Mes de la Lengua Francesa, en presencia de la aplaudida Ministra de Educación doña Josefina Pimentel, quien después de las palabras de los embajadores de Haití, Francia, Suiza y Canadá, disertó sobre la construcción de un futuro que tome en cuenta los valores ilustrados heredados de Francia; pero también se refirió con tino a una dinámica de integración regional con los países de lengua francesa de la región, no solamente Guadalupe, Guyana, Martinica, Haití, sino también Canadá. Fue fundamental que la clausura se hiciera con la presencia y coordinada por el Ministerio de Educación pues entendemos en este paso un mensaje simbólico y que deberá ser la primera piedra o zapata de construcción del futuro francófono. Ya no se trata de celebrar una vez al año, se trata de construir francofonía desde República Dominicana para el mundo y tenemos con qué y podemos hacerlo o lograrlo.
Pero ante todo, debemos pensar que la lengua francesa debe alcanzar cada día más seguidores, porque entre otras razones, aquí se están instalando empresas de Québec y de otros puntos del Canadá, de Francia, de Suiza, cuyo personal dominicano tendrá que ampliar su formación y capacitación en francés. Proceso que ya está abierto, pues tanto en Carrefour como en Orange, como en Schneider y otros multinacionales, los técnicos y ejecutivos vienen a la Alianza Francesa de Santo Domingo y de Santiago a aprender correctamente el idioma francés.
Todos los guías turísticos que enfrentarán el turismo del futuro y el actual, en los diversos polos turísticos del país, en los que existe una fuerte presencia de hoteles, apartahoteles, restaurantes, etc franceses, ya se están preparando con el aprendizaje del francés como instrumento suplementario a su profesionalidad.
Más de cuatrocientos profesores de francés de las escuelas públicas dominicanas han disfrutado de una formación intensiva y especializada para prepararse con miras a obtener el diploma de profesores de francés cuya pedagogía y enseñanza han sido impartida en cursos especiales por profesores de la Alianza Francesa a nivel de todo el territorio nacional.
Una lengua es ante todo, el vehículo de una ética, de una filosofía y de una forma de ver la vida y de abordar el futuro. La capacitación pedagógica permite también hacerle llegar al alumnado de hoy, futuros profesionales del mañana, la visión global de la paz, la igualdad, la diversidad cultural y el aprendizaje de la tolerancia; que si bien fueron los filósofos ilustrados del siglo XVIII los que nos iniciaron dentro de la modernidad, entre los que destacamos a grandes pensadores, como Frantz Fanon, Jean-Paul Sastre, Albert Camus, Bourdieu, Marguerite Yourcenar, Simona de Beauvoir, quienes con sus obras universales han refrenado todo los integrismos que acechan y tientan la humanidad constantemente.
A través de su dinámica educativa, cultural, creativa, económica y social, en República Dominicana tenemos grandes espacios de desarrollo. Por esa razón, en las conclusiones del coloquio Haití, la literatura para compartir, celebrado recientemente el pasado 7 y 8 de marzo en FUNGLODE, bajo la coordinación del Centro de Estudios de la Civilización Francesa y de la Francofonía, nos acompañaron durante estos dos días, de 250 a 300 personas y varios estudiantes en el acto de clausura del coloquio mostraron un interés fundamental en estudiar autores francófonos en sus clases de literatura y lenguas.
De igual manera, los escritores invitados se quedaron impactados por escuchar fragmentos de sus obras traducidas al español y ver reaccionar con entusiasmo e interés a la juventud dominicana presente en el evento. Tuvimos en el país el placer de recibir intelectuales y escritores de la talla de Jean Metellus, de Ives Chemla, Elisée Menard, Marie-José Nzengou-Tayo, Kettly Mars, Yanick Lahens, y Frantz Voltaire.
Desde este momento, podemos comunicar que la hermana República de Haití recibirá en un congreso a escritores y especialistas dominicanos, en la Universidad de Haití. De igual manera, la ciudad de Québec, en Canadá, recibirá las conclusiones de estos encuentros para un congreso Haití-República Dominicana en el año 2012.
Concluimos pues, que gracias al dinamismo de la Embajada Dominicana en Francia y a su Embajadora Laura Faxas, este país estuvo presente del 18 al 22 de marzo en curso en el Salón Internacional del Libro de París, exponiendo en su stand muy bien ubicado frente al de Rusia, y colindante con Rumania. En el mismo se exhibieron cientos de títulos de autores dominicanos entre los que destacamos los traducidos al francés, como obras de Junot Díaz, de Marcio Veloz Maggiolo, y Julia Álvarez, así como la antología de poetas dominicanos publicada en el año 1999 por la importante editora francesa Le Temps des Cerises.
Dicho espacio fue muy concurrido por un gran público, y sobre todo por inquietos profesionales y estudiantes dominicanos residentes en París, así como por latinoamericanos. Se expusieron obras de nuestros grandes intelectuales, escritores y poetas, como don Juan Bosch, Pedro Mir, Aída Cartagena Portalatín, Hilma Contreras, entre otros y otras.
Todos estos aspectos son señales de futuro y de buenos augurios para la dominicanidad, como instrumento y materia constructora de francofonía en el Caribe.