República Dominicana cuenta los días para su inesperado debut olímpico… en fútbol.
El país caribeño, donde el verdadero deporte rey es el béisbol, ha radiografiado su diáspora en busca de la experiencia competitiva que le ofrecen los jóvenes futbolistas curtidos en las ligas europeas y que, en muchos casos, defenderán por primera vez su camiseta en París 2024.
La “Sedofútbol”, como se le conoce al equipo nacional, puso hace unos meses el combinado Sub23 que hará historia en los Juegos en manos de Ibai Gómez, exjugador de Athletic de Bilbao y Alavés en España, quien pese a que colgó las botas el año pasado tiene una amplia experiencia como técnico en categorías inferiores a sus espaldas.
“La verdad es que la primera llamada me sorprendió un poco porque por mucho que sea la 14ta temporada como entrenador, como carrera me inicio ahora”, dijo Gómez en una entrevista reciente con The Associated Press.
Tras revisar “el proyecto, los futbolistas que había y después de ver pues más de 100 videos de jugadores, vimos que se podían hacer cosas bonitas”, por lo que Gómez y su equipo aceptaron un reto con el que espera poder “aportar mi granito de arena a esa evolución que está teniendo en República Dominicana el fútbol”.
Para París, Gómez citó a un grupo de 18 jugadores y buscará aprovechar“que el futbolista dominicano tiene un físico y una técnica de bastante nivel”, dijo. Para suplir cierto “déficit” a nivel táctico, el técnico reclutó a varios jugadores con doble nacionalidad, incluyendo holandesa o española, como Edgar Pujol y Rafa Núñez, que ya cuentan con “esas herramientas de trabajo que tienes en Europa, y que creo que están un poco más evolucionados en ese sentido”.
Para muchos, la cita olímpica será su primer contacto oficial con la selección dominicana.
Oscar Ureña, quien acaba de ascender a la primera división española con el Leganés, donde está cedido por el Girona, es uno de ellos. Es el pequeño de tres hermanos y el único de su familia nacido lejos del país caribeño, en Figueras, Cataluña, a donde emigraron sus padres.
“Tengo la oportunidad de representar a mis raíces, que al final es lo que llevo en la sangre. Y ellos (su familia) están muy contentos, muy orgullosos de que vaya”, dijo Ureña a la AP, reconociendo que, aunque había habido contactos previos con la Sedofútbol, “gran parte de culpa de que vaya la tiene Ibai, que al final me llamó, me dijo que iba a ser importante, que que lo iba a disfrutar”.
Más allá de las puertas que podría abrir en las carreras de los seleccionados en plena temporada de fichajes, la aspiración de Ureña es “hacerlo lo mejor posible y tanto para el rendimiento colectivo como individual, sobre todo para el país. Es una oportunidad que nunca me imaginaba (…) y no se puede desaprovechar”.
La Dominicana, que logró su boleto para París en el campeonato Sub20 de la CONCACAF en julio de 2022, necesitará todo el talento que pueda reunir para hacer frente a sus tres rivales en el Grupo C. Se estrenará contra Egipto el miércoles – dos días antes de la ceremonia inaugural – en Nantes, luego se medirá a España en Burdeos y cerrará la llave frente a Uzbekistán en el estadio Parque de los Príncipes de París.
“Cada día el fútbol está mucho más parejo y es mucho más difícil ganar partidos”, afirmó Gómez sobre sus rivales en esa primera fase. “Creo que va a ser una competición interesante y un grupo bonito”.
Para hacerles frente, tratará de desplegar un equipo “intenso, que aprieta arriba, que intenta ser protagonista con el balón, siempre lo más lejos posible de tu portería”, que descanse en la influencia de sus principales mentores: Marcelo Bielsa – “que a nivel ofensivo creo que es único” -, Ernesto Valverde, Marcelino y, sobre todo, su padre, Miguel Ángel Gómez, “al que he seguido desde muy pequeño a cada sitio al que ha ido a entrenar, a cada equipo, a cada torneo”.
Cuerpo técnico y jugadores tuvieron una primera toma de contacto en marzo, durante una concentración de 10 días en la que disputaron dos partidos contra Paraguay — una derrota y una victoria – que dejó muy buen sabor de boca.
“Lo disfruté muchísimo. Hicimos un gran grupo y tengo muchísimas ganas de volver a disfrutar”, afirmó Ureña.
Aunque Gómez considera que España, Egipto y Uzbekistán parten como favoritos, su objetivo para este primer y, por ahora, único torneo en el banquillo dominicano es “pasar esa fase de grupos y luego ver hasta dónde somos capaces de llevarlo (…) Creo que ese es el objetivo que nos tenemos que plantear. Verdaderamente estamos preparados para conseguirlo”.
Ureña va un paso más allá al afirmar que “me encantaría poder decir que no solo he jugado en los Juegos Olímpicos, sino que también he conseguido una medalla”.
En un país apasionado por el béisbol — es el que más peloteros exporta — y donde competir en un Mundial es apenas un sueño, el delantero cree que París puede ser un punto de inflexión para impulsar la creciente popularidad del fútbol.
“Hay muchísimo talento y en un futuro se pueden hacer grandes cosas”, sentenció Ureña. “Pienso que el que nosotros hagamos un buen papel en los Juegos Olímpicos va a incentivar al país, a los niños, que van a querer jugar al fútbol y representar a la selección dominicana”.
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