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El desarrollo de Haití forma parte del interés nacional de la República Dominicana, dijo Max Puig al destacar que la política con ese país debe ser de cooperación y buena voluntad.
Dijo, sin embargo, que eso no descarta que en las esferas internacionales se planteen las dificultades de la vecina nación para alcanzar el desarrollo, un desarrollo que no puede empujar la República Dominicana.
Eso significa también que el país debe ejecutar políticas migratorias efectivas.
En ese sentido, cuestionó que la aprobación del reglamento migratorio se haya demorado siete años, lo lo que se hacía imposible la aplicación de la Ley General de Migración.
Pero el tema de la migración hay que verlo con relación a la frontera y al tema laboral y, sobre el particular, no puede haber control en esa zona si hay corrupción.
No se puede cuidar la frontera si no se limitan los niveles de corrupción que hay en el país, refirió el candidato presidencial de la APD. Por otro lado, dijo que las políticas laborales-migratorias deben ser claras y suponen que se ejecuten luego de que se realicen estudios.
Esos resultados deben arrojar cuáles son las necesidades de mano de obra de cada sector, destacó.
Las claves
1. Corrupción
De acuerdo con el criterio de Max Puig, en el país no habrá control en la frontera si no se detiene la corrupción.
2. Colaboración
La República Dominicana debe mantener una política de buena voluntad hacia el vecino país, aunque se debe tener claro que no puede con sus niveles de pobreza, dijo Puig.
