El embajador dominicano Pedro Vergés dijo que hoy que República Dominicana está abierta al diálogo pero aseguró que “rechaza todo intento de obstaculizar el ejercicio de su soberanía y su capacidad de autodeterminación como nación”.
Vergés respondió así al canciller de Haití Lener Renauld, quien dijo en su intervención que el Plan Nacional de Regularización que desarrolla el gobierno dominicano genera una situación de apátridas.
El diplomático dominicano agregó que “Haití acomoda la realidad a sus intereses y la distorsiona” y aseguró que “en República Dominicana no hay apatridia.
«No ha habido deportaciones desde 2013 y no ha habido violencia contra las personas que han optado en semanas recientes por retornar voluntariamente”, dijo Verges.
Acusó a Renauld de inventar la posibilidad de una crisis humanitaria para destruir la atención de la comunidad internacional de los problemas electorales internos que enfrenta Haití.
Haití planea celebrar elecciones locales en agosto, la primera ronda de comicios presidenciales en octubre y una segunda ronda en diciembre.
La OEA llega el viernes a RD. Al anteceder en el derecho de palabra a Renauld, el secretario general Luis Almagro dijo que la misión estará encabezada por el secretario de Asuntos Políticos de la OEA, el mexicano Francisco Guerrero. Almagro no precisó si la misión incluirá a representantes de la CIDH, ente adscrito al organismo multilateral.
La oficina de prensa de la OEA informó que Gabriel Bidegain, asesor de Almagro, acompañará a Guerrero en la misión que empezará el viernes 10 de julio en Santo Domingo y terminará el martes 14 en Puerto Príncipe.
El representante estadounidense Michael Fitzpatrick dijo que decenas de miles de personas han ingresado a Haití voluntariamente desde el 17 de junio, cuando concluyó la inscripción a un programa de regularización del estatus migratorio de los extranjeros que viven en Dominicana sin permiso.
El Ministerio del Interior, que dirigió el programa, informó que de los 524.000 extranjeros que se estima viven en el país sin premiso migratorio, en su mayoría provenientes de Haití, sólo 288.500 se registraron. De ellos apenas 4.500 cumplieron todos los requisitos y los demás tendrán un plazo para completar el trámite.
La eventual repatriación de inmigrantes, en particular de los procedentes de Haití, ha generado protestas de haitianos en varias ciudades estadounidenses y críticas de algunos funcionarios extranjeros como el alcalde neoyorquino Bill De Blasio, que la consideró “inmoral” y “racista”.