A lo largo de este año, el país desarrolló una intensa batalla de promoción nacional e internacional del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y Estados Unidos, DR-CAFTA, para ganar el apoyo de importantes sectores económicos y legislativos hasta lograr finalmente su aprobación por parte de los congresos de ambos países. 

En esa labor agresiva de persuasión se involucró el propio presidente Leonel Fernández, quien encabezó acciones directas en favor de la aprobación del DR-CAFTA por parte del Congreso de los Estados Unidos, según la Secretaría de Industria y Comercio.

Las gestiones del mandatario incluyeron reuniones con el presidente George W. Bush, con legisladores y  con sectores de gran influencia de la sociedad norteamericana. Por vía de la Subsecretaría de Comercio Exterior y la Dirección de Comercio y Administración de Tratados Comerciales Internacionales (DICOEX), en coordinación con la embajada dominicana en Washington, se agotó una estratégica agenda de contactos, reuniones, visitas e intercambios en variados escenarios internacionales.

Un informe de la Dirección de Comunicaciones de Industria y Comercio observa que junto al embajador Flavio Darío Espinal y en compañía de varios embajadores de Centroamérica, se realizó una provechosa gira que abarcó las ciudades de Seatle, Denver, Raleigh, Sacramento, San José, Atlanta, Miami y otras, con el propósito de promover la aprobación del DR-CAFTA.

«En cada contacto se sostuvieron reuniones con gobernadores de Estados y/o alcaldes de las ciudades, encuentros con empresarios, líderes comunitarios y latinos, reuniones con los consejos de los principales periódicos, presentaciones en seminarios y paneles auspiciados por universidades y otros centros académicos», precisa.

Añade que en abril último, tanto el secretario de Industria y Comercio como el titular de Trabajo, Francisco Javier García y José Ramón Fadul, encabezaron una delegación que viajó a Washington para reunirse con el presidente Bush, con senadores y miembros de la Cámara de Representantes, así como de instituciones en procura de lograr apoyo para que fuera aprobado el DR-CAFTA en el congreso de Estados Unidos.

Esos funcionarios convocaron a un encuentro para poner en circulación el «Libro Blanco», que contribuyó a la elaboración y lanzamiento público de los temas de mayor relevancia y que versan sobre la situación presupuestaria y la calidad del personal técnico y administrativo de los ministerios de trabajo, sobre los tribunales laborales y la implementación de métodos alternativos de soluciones de conflictos.

Además, explica, sobre las perspectivas de género, la discriminación en contra de la mujer, la explotación de trabajo infantil y la necesidad de construir una cultura del cumplimiento de las normas laborales en coordinación con el sector gubernamental, el sector privado y los organismos internacionales.

Resalta que el país también estuvo presente en la “Tercera Reunión del Comité para la Creación de Capacidades relacionadas con el Comercio (Trade Capacity Building-TCB por sus siglas en inglés), establecida de acuerdo al Artículo 19.4 del DR-CAFTA, y donde se discutieron las estrategias de desarrollo y aprovechamiento del TLC, en las fases de implementación y tránsito hacia el libre comercio, contenidas en el plan de acción nacional de cada país.

Por otro lado, también la confrontación de las necesidades identificadas por país con las líneas de cooperación ofrecidas  (prestamos y donaciones) por los principales organismos cooperantes y agencias del gobierno de los Estados Unidos (BM, BID, OEA, AID y FDA).

Además, se desplegaron iniciativas en conjunto entre la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Centro de Exportación e Inversión de la República (CEI-RD) para agilizar la aprobación de un préstamo del BID por US$5.5 millones que serán destinados a fortalecer los mecanismos de negociación, implementación y aprovechamiento de los acuerdos en el ámbito del comercio exterior.

«Con el objetivo  de brindar asistencia técnica a los exportadores nacionales, a través de informaciones, estudios de mercados, servicios de asesoría legal y apoyo logístico, y para facilitar a las empresas exportadoras dominicanas su penetración en los mercados de otras naciones, se elaboró el proyecto para la instalación de la Oficina de Promoción Comercial para República Dominicana, que se ubica en ciudades como New York, Miami, Puerto Rico, España y Boston, entre otras, donde haya una presencia importantes de dominicanos», precisa el informe.

A la par con la intensa labor de promoción desplegada en el campo internacional, se aprovecharon diferentes escenarios en el país para exponer sobre el DR-CAFTA y los desafíos de la nación frente a los nuevos esquemas de integración comercial.

La gestión que encabeza García se sumergió temprano en un proceso de rediseño institucional y de políticas de comercio exterior, sobre todo en su ámbito de administración e implementación de tratados comerciales internacionales, con el objetivo de fortalecer la competitividad del sector externo, convencida de que la internacionalización de la economía está ligada a los planes de competitividad sistémica, incrementará la competitividad de las empresas nacionales, promoverá la inversión extranjera directa y creará un clima de negocios que facilitará las transacciones de bienes y servicios.

Expone que se avanza satisfactoriamente en la aplicación de un nuevo marco normativo de ordenamiento de mercado que promueva y facilite la libre competencia entre los agentes económicos.

 Por eso, agrega, se impulsa la aprobación y aplicación de la Ley de Defensa a la Competencia y la creación de una unidad técnica que se encargue de coordinar a los diferentes entes reguladores de los sectores productivos, con el objetivo de alcanzar la transparencia de mercados y garantizar una mayor eficiencia de su funcionamiento.

La  Secretaría de Industria y Comercio también puso en práctica un plan de acción nacional que se orienta al fortalecimiento de las capacidades relacionadas con el comercio y en este ámbito se solicitó a organismos donantes (BM, AID, CEPAL, OEA y otros) apoyo para el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, con el objetivo de lograr su reconversión industrial y aumentar su capacidad productiva.