RD: el mejor sitio para gobernar sin oír reclamos

RD: el mejor sitio para gobernar sin oír reclamos

Hace tiempo que no le llamo país. Con un Estado mil veces fallido y una sociedad que aguanta hasta lo indecible, República Dominicana no es más que un sitio en el vivimos porque así lo quiso el destino.

Muchos pensarán que debería irme en lugar de quejarme. Sin embargo, soy de las que aspira a que las cosas cambien y seamos capaces de tener y exigir institucionalidad. También que elevemos la voz cuando el Gobierno deje de trabajar por nosotros, obligándonos a trabajar para él.

A un año de la llegada de Danilo Medina, duele ver que todo sigue casi como lo dejó Leonel Fernández.  Tal ha sido el respeto a su antecesor que hasta el gabinete, casi en pleno, se ha quedado. ¡Ni quisiera los hacedores del déficit fiscal han sido removidos!

Sé que es difícil sacar del tren gubernamental a ese Comité Político del PLD que nos gobierna (la mayoría de los funcionarios forma parte de él). Sin embargo, mientras veamos las mismas caras será difícil creer que hay intenciones de cambio. El partido, al parecer, pesa más que la gente.

Por eso vemos que la tasa del dólar, los combustibles y la canasta familiar aumentan todo el tiempo y nuestro nivel de vida, con complejo de paracaidista inexperto, cae estrepitosamente. ¡No sé cuántos parches más le pondré a mis bolsillos para ver si retengo algo en ellos! A pesar de la situación, que se hizo más dura después de la reforma fiscal, Danilo cree que lo hace muy bien porque visita campesinos y ofrece financiamientos. Mientras, la sociedad aplaude en lugar de reclamar que tome verdaderas decisiones. ¡Qué fácil somos de gobernar!

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