República Dominicana enfatizó este martes en la reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que no puede aceptar «el insensato llamado» que hizo Haití y organismos internacionales al gobierno dominicano de detener las repatriaciones de ilegales haitianos.
Durante su participación en ese órgano internacional para dar seguimiento a la situación haitiana, el canciller dominicano, Roberto Álvarez , dijo que de reducirse los operativos de este lado de la isla «sería el equivalente a declarar una frontera abierta; incentivando una mayor migración irregular. Esto jamás lo permitiremos».
Recordó que, a la fecha, en República Dominicana hay 147 mil estudiantes haitianos en nivel básico y primario. «El 16 % del presupuesto de salud ha sido dedicado a haitianos; hay límites», aseveró Álvarez cuando detalló algunos de los trabajos que continúa haciendo el país a favor de la comunidad haitiana. Pero agregó que la crisis que arropa a la vecina nación «es su responsabilidad».
El canciller aseguró que la crisis haitiana ha empeorado «por la falta de apoyo oportuno y sostenido de la comunidad internacional». El funcionario dominicano también hizo mención a las palabras del presidente Luis Abinader en la ONU en septiembre pasado.
«Es inaceptable que a estas alturas, los países que se han comprometido con la solución haitiana, no hayan cumplido con sus promesas», apuntó. En ese sentido, Álvarez consideró que, bajo las condiciones actuales que vive Haití, con el atraso del restablecimiento del orden, sin el control del territorio, sin terminar el padrón electoral, «no es creíble que se celebren elecciones en la fecha establecida».
República Dominicana inició hace varias semanas un plan con el que intensificó las deportaciones de extranjeros ilegales y anunció que la meta es llegar a devolver a su país de origen a 10 mil haitianos por semana.
A esto, no solo el gobierno haitiano, también la organización no gubernamental Amnistía Internacional exigieron que se detenga su política migratoria desde suelo dominicano. Señalaron que la misma es discriminatoria y racista, vulnerando derechos fundamentales de los haitianos.