POR MARIO MÉNDEZ
La República Dominicana fue el país cuyo número de estudiantes universitarios en los Estados Unidos registró la mayor caída en el año docente 2004-2005 entre todas las naciones latinoamericanas, según el informe “Open Doors” del Instituto de Educación Internacional.

Mientras que el número de estudiantes latinoamericanos que realizan estudios universitarios en Estados Unidos disminuyó en un 2.7% con relación al año 2003-2004, la caida en el número de estudiantes dominicanos en el país del Norte fue del 13%.

El total de estudiantes extranjeros en los Estados Unidos cayó en 1%, después de haber caído en 2.4% el año anterior.

El fuerte descenso en el número de estudiantes dominicanos contrasta con las necesidades del país en términos de recursos humanos calificados para enfrentar los retos de los acuerdos de libre comercio.

Varios países centroamericanos, en cambio, lograron que la cantidad de nacionales que estudian en los Estados Unidos registra un aumento en el año estudiado.

El estudio “Open Doors 2005” confirma la tendencia a la baja en el número de estudiantes extranjeros en los Estados Unidos desde los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001: En el año 2004-2005 fue de 565,039, 1% menor con relación al año académico previo. Esta tendencia a causado preocupación en círculos académicos y económicos, donde ya se está planteando la conveniencia de flexibilizar los requisitos para extranjeros estudiar en los Estados Unidos.

Luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001, el presidente Bush firmó el 14 de mayo de 2002 la Ley de Reforma de Entrada con Visa y de Seguridad Fronteriza, la cual hizo más exigentes los requisitos para extranjeros poder estudiar en Estados Unidos.

A partir de entonces, todos los estudiantes y visitantes de intercambio a los Estados Unidos, sin importar la nacionalidad u otros factores, deben llenar un formulario de solicitud suplementario que ayuda al funcionario consular a decidir si reúnen las condiciones para concederles la visa.

Asimismo, los solicitantes deben obtener un formulario de autorización de su institución patrocinadora en los Estados Unidos. Antes de expedir una visa, dicha institución debe autenticar la solicitud mediante el establecimiento y el mantenimiento de un archivo electrónico en un sistema de gestión de datos en Internet llamado SEVIS (Sistema de Información de Visitantes de Intercambio y Estudiantes) cuya administración está a cargo del Departamento de Seguridad Nacional.

Esas condiciones se agregan a los demás requisitos para inmigrantes.

Generalmente, a los estudiantes extranjeros se les exige en la mayoría de las universidades de Estados Unidos pasar por un “community college”.

Ls c”ommunity colleges” proveen los primeros dos años de carrera profesional (seguido de una tranferencia a un programa de cuatro años en una universidad) o uno a dos años en un programa de entrenamiento técnico (seguido de empleo).

La caída en el número de extranjeros en los Estados Unidos no sólo constituye un problema para los países latinoamericanos, sino para los propios Estados Unidos, que tienen un déficit de profesionales en áreas como la de ingeniería y tecnología informática.

Muchos de los estudiantes de los países latinoamericanos que terminan sus estudios en los Estados Unidos terminan por quedarse trabajando fuera de sus países de origen.

Es lo que algunos definen como la fuga de cerebros o capital humano.

Al igual que como ocurre con el capital físico, el capital humano tiende a emigrar a las regiones o empleos de mayor productividad.