Desde marzo de 2007 hasta agosto pasado, durante el período de ejecución del Dr-Cafta, el país importó US$91,6 millones en arroz desde Estados Unidos, dijo el economista Luis Vargas.

Explicó que en esos 114 meses hubo una tendencia ascendente desde cinco millones de dólares entre marzo y diciembre de 2007 hasta un poco más de 16 millones en 2009, y luego una descendente de US$15,2 millones en 2010 a 500 mil dólares entre enero y agosto de este año.
Dijo que esa misma corriente declinante del canje mercantil arrocero entre la economía dominicana y la estadounidense se observa mediante el cálculo de la participación relativa tanto del valor importado como del balance deficitario en el intercambio mercantil total, desde marzo-diciembre de 2007 hasta enero-agosto de 2016.
Precisó que las cifras pasan en dicho lapso de 15,5% en 2008, 17,5% en 2009 y 16,6% en 2010 a las ponderaciones bajistas de 13,2% en 2014, 9,1% en 2015 y 0,6% en los primeros ocho meses de este año.
Indicó que a medida que transcurren los años, los montos importados de arroz decrecen, a la vez que crecen los riesgos de las plantaciones agrícolas, plantas molineras y establecimientos comerciales de quebrar y/o cerrar.
Agregó que esa situación dará lugar a la sustitución por empresas comerciales importadoras, sobre todo extranjeras, a causa del DR-Cafta, la incapacidad competitiva y sobrevaloración cambiaria.
Cree que el peligro de incentivo de la “desagriculturización” nativa radica en la apertura total del mercado a las importaciones en 2025, tras la liberalización creciente de aranceles a contingentes durante 20 años, acorde al mandato del Dr-Cafta.
Dijo que la diferencia insuperable a corto plazo entre altos costos de producción, costes de fabricación y precios de venta acreditados respectivamente a agricultores, molineros y comerciantes criollos, frente a los de los similares empresarios foráneos, en gran proporción beneficiarios de subsidios, de Estados Unidos y algunos países de Asia, y el mantenimiento de una política cambiaria en cierta medida favorable al encarecimiento de las exportaciones y abaratamiento de las importaciones.
Explicó que se estima que en promedio las fincas de Estados Unidos, con respecto a las de República Dominicana, registran un precio de coste productivo muy inferior -cercano a 60,0%-, y un rendimiento muy superior, casi 30% por encima de los 4,66 quintales por tarea del país.
Señala que de 2007 a 2015, la producción total de arroz en cáscara subió 10,0% a 823,895 de 748,996 toneladas métricas y 15,1% a 13,9 de 12,0 miles de millones de pesos, mientras las importaciones globales fueron de 64,4% a 9,7 de 5,9 millones de dólares, después de rondar los US$24,9 millones en 2009. Vaticinó que el país tiene un riesgo de mengua simultánea de la producción y los empleos en el sector arrocero.