En el actual contexto en que la criminalidad y la delincuencia se manifiestan a nivel global con características y matices a veces diferenciados, pero desafiantes y con extrema peligrosidad para la seguridad y la paz, la estrecha colaboración entre los estados es fundamental para enfrentar ese flagelo.
Además del terrorismo, el crimen organizado y su gran poder económico proveniente del narcotráfico, el lavado de activos y otras prácticas deletéreas facilitan que sicarios y criminales busquen refugio de un punto a otro del orbe para evadir la acción de la justicia.
Ante este serio desafío, es de suma importancia para el país el acuerdo suscrito en Washington por el procurador general de la República, Jean Rodríguez y secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a los fines de crear mecanismos de cooperación para coordinar y fortalecer las capacidades de las instituciones responsables de combatir el crimen y garantizar la seguridad ciudadana.
Este convenio constituyó una auspiciosa antesala, ya que la República Dominicana tiene en el futuro cercano una excelente oportunidad para integrarse a la lucha contra el crimen transnacional y fortalecer el programa de humanización en los recintos carcelarios del país, aprovechando el escenario de la Cuarta Reunión de Autoridades Responsables de las Políticas penitenciarias de los estados miembros de la OEA, de la cual será sede.
Además de la agenda y del cronograma de trabajos y ponencias, en este tipo de cónclaves se pueden obtener provechosas ideas innovadoras, intercambiando experiencias con expertos y autoridades que han logrado avances en la lucha contra el crimen, una tarea que no admite pausa ni descanso.
En un favorable cambio de actitud frente al país, dejando atrás críticas e incomprensiones sobre la realidad dominicana, Almagro agradeció al gobierno en la persona del Procurador por haberse ofrecido a la República Dominicana para ser la anfitriona de este encuentro, llamado a reactualizar y mejorar políticas que son fundamentales para garantizar paz y seguridad a los ciudadanos.
En ese empeño y persuadidos de que las iniciativas siempre son susceptibles de ajustes y mejoramientos apreciables, si observaciones y críticas son analizadas con detenimiento, el acuerdo firmado entre Almagro y Rodríguez contempla el diseño y aplicación de asistencia técnica y un programa de justicia juvenil que impactará en un segmento poblacional que es mayoritario en el país y que necesita mucha orientación para no caer ante tantas tentaciones e influencias malsanas.
En una clara demostración de que los proyectos positivos de algún modo repercuten y se aprecian en el exterior y que no solo lo negativo se esparce y valora, Almagro felicitó a la República Dominicana y a la Procuraduría por la forma en que ha venido enfocando el sistema penitenciario mediante un Plan Nacional de Humanización.
En un tema que podrá ser profundizado y enriquecido en el encuentro hemisférico que será celebrado en Santo Domingo, el encargado del Ministerio Público detalló a Almagro los ejes en torno a los cuales actúan las autoridades nacionales, principalmente para fortalecer la institucionalidad de los programas y la prevención de la criminalidad.
Las perspectivas en ese campo son buenas si se toma en cuenta el empeño que se ha puesto en los últimos tiempos para prestar mayor atención a reforzar la capacitación de los fiscales, a fin de que puedan perseguir con drasticidad el crimen en todas sus manifestaciones y el monitoreo de su actuación debe ser permanente y exhaustivo para evitar cualquier desliz.