La última vez que la República Dominicana obtuvo información sobre la altura del nivel del mar fue en 1929, y desde entonces, hace casi cien años, no ha vuelto a contar con datos precisos sobre ese indicador que incide en algo tan importante como la titulación de los terrenos.
La información fue ofrecida por Nelson González, especialista de la División de Geomática, Batimetría y Cartografía, de la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar).
El experto explicó que para conseguir la actualización de la data sobre la altura exacta del nivel del mar se instalarán cuatro mareógrafos en Cayo Levantado, Samaná, en la costa Norte, en Azua, en la costa Sur, y en varias provincias de la costa Este.
Lo que se persigue determinar es el cero de marea, que es la altura máxima que tiene el nivel del mar, dijo González al destacar que, en 1929, se instaló una red de mareógrafos ingleses y americanos “pero a partir de ahí no se han registrado más datos históricos del nivel medio del mar de la República Dominicana”.
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Según sus explicaciones, se requiere que los mareógrafos recopilen entre 15 y 20 años de información, para poder determinar el nivel medio del mar.
Sin embargo, cada intérvalo de tiempo el equipo va emitiendo cuál es el nivel del mar en determinado momento, y “cuando hayan transcurrido diez años ya se tendrá una información promedio”.
Lo que se pretende, con la instalación de esos equipos, es contar con información precisa, en el contexto de los efectos del cambio climático, refirió González.
En cuanto a las repercusiones de tener una data de ese tipo sin actualizar es que se producen muchos errores de topografía, según las explicaciones del biólogo Omar Shamir Reynoso, quien es encargado de la División de Oceanografía de Anamar.
“Por ejemplo, toda la titulación de la tierra en la zona costera da error, si tenías 200 metros en referencia al nivel del mar, quizás hoy tienes 120”.
En otro sentido Reynoso refirió que también hay un impacto en la aeronavegación, porque “cuando tú construyes un aeropuerto el avión necesita compensar en la instrumentación, basado en el nivel medio del mar, para saber cómo aterriza y despega”.
Con el mareógrafo se recogen otras informaciones sobre otras variaciones vinculadas al cambio climatico, explicó el experto.
Instalación de boyas
Anamar está embarcado en otro proyecto para recabar información de gran utilidad marítima.
Se trata de la instalación de diez boyas, de las cuales ya hay dos en funcionamiento, que obtendrán información, en tiempo real, sobre oxígeno disuelto, temperatura del mar, velocidad y dirección de la corriente, entre otros datos de interés.
La información la ofreció Jimmy García Saviñón, presidente de la entidad, quien destacó que los datos que generen esas boyas, que estarán dotadas de varios dispositivos, serán de utilidad para instituciones como la Oficina Nacional de Metereología, la Autoridad Portuaria, el Ministerio de Medio Ambiente y la Armada Dominicana.
“En el caso de que haya algún naufragio en el área de incidencia de las boyas, a la Armada le va a servir para saber la dirección y la velocidad de la corriente, para que la búsqueda sea más eficiente, porque ahora la Armada sale sin información técnica mientras el área de búsqueda es demasiado grande.
“Esto marca un hito, y toda la información que produzcan las boyas serán de acceso público, porque nuestra labor no es tener información restringida”.
En ese sentido, la bióloga marina Andrea Valcárcel afirmó que “lo interesante de esas boyas es que crean un historial, y en base a eso es que se estudia el cambio climático, y son unos recursos que ahora mismo no están disponibles o no existen. Hay algunas boyas que son privadas, hay dos o tres en las costas dominicanas, y de hecho se les está pidiendo acceso”.
El hito de las boyas
Al mismo tema se refirió el capitán de corbeta Werner Leo, especialista en Levantamientos Batimétricos y Geotécnicos, y encargado de la División de Embarcaciones y Equipos Marinos, quien destacó que “como hoy en día lo que necesitamos son controles, esas boyas nos van a proveer de suficiente información de toda la zona costera del país”.
“Este tipo de información permite tener registros históricos por primera vez en el país. Vamos a tener diez boyas desplegadas a nivel nacional, desde Pedernales hasta Montecristi, y una vez estén todas, con todos los datos integrados, vamos a tener el primer sistema de información costero marino de la República Dominicana”.
En cuanto a la tecnología que utiliza el equipo refirió que tiene un dispositivo autónomo que, una vez se coloca, transmite vía satelital a una base de datos. Las boyas se instalan en una zona costera de interés y esos datos se transmiten en tiempo real.
Otra investigación en las profundidades marinas
Anamar cuenta con un ROV, una especie de vehículo a control remoto que se sumerge a mil pies de profundidad, con el cual se han podido ver ecosistemas que nunca antes se habían divisado, aunque se han estudiado en otras partes del mundo, explicó Reynoso.
“Es el único equipo de ese tipo que existe en el país, que nos ha permitido ver corales blandos y peces que no sabíamos que existían en esas profundidades. Son especies de profundidad, que no son nuevas para la ciencia, pero si para la República Dominicana”, destacó.