RD lidera crecimiento población trabajadora por cuenta propia

RD lidera crecimiento población trabajadora por cuenta propia

La República Dominicana lidera a nivel mundial el crecimiento de la población trabajadora por cuenta propia (cuentapropista), lo cual tiene efectos perjudiciales para la economía del país porque la mayoría de los que están en esa condición no pagan impuestos ni están integrados a la seguridad social.

La información la ofreció el economista y coordinador de la carrera de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), Luis H. Vargas, al participar en el Encuentro Económico de HOY, junto al también economista e investigador del Observatorio Dominicano de Empleo, Salarios y Seguridad Social (ODESySS/Intec), Daniel de la Rosa, quienes presentaron el informe “Mercado y Cesantía Laborales en República Dominicana de 2000 al 2013”.

El economista Vargas dijo que según el estudio, en el mercado laboral dominicano en los últimos cinco años se ha estado dando “un triple proceso” con la informalización de la mano de obra, la desalarización y una reducción de los trabajadores no remunerados.

Explicó que la informalización del empleo comprende, principalmente, la escalada de las actividades cuentapropistas que pasó del 2000 al 2013 de un 37.96 % a 41.16 %, lo que significa que de cada diez trabajadores ocupados, cuatro trabajan independientemente.

En ese sentido, alertó que ese es el segmento que más se ha expandido en el país, sobre todo si se compara con otros países del mundo.

Especificó que cuando se habla de cuentapropistas es importante diferenciar los que son profesionales y los que no lo son.

“En República Dominicana lo que tenemos, básicamente, es una mano de obra cuentapropista no profesional, que se denomina generalmente infomal”, subrayó el economista.

Planteó que esa situación tiene implicaciones en la economía, debido a que en su mayoría estas personas no pagan impuestos, no figuran en el Sistema de la Seguridad Social y le resulta difícil al Estado desarrollar políticas y programas sociales.

Dijo, además, que esa situación es una muestra de la incapacidad del sistema económico de brindar una condición de asalariado a la mano de obra.

El economista aclaró que para poder tener familias y que el país se pueda mantener como sociedad es necesaria esa informalidad, debido a que, a su juicio, no hay posibilidades de que ni el Estado ni el sector privado puedan capturar esa creciente mano de obra.

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