Hoy 
POR EVARISTO RUBENS
La producción de café de la República Dominicana, no podrá competir con la de los países de Centroamérica, en el marco del Tratado de Libre Comercio (DR-CAFTA).
Así lo afirmó ayer el agroempresario José Antonio Martínez Rojas, al hacer una evaluación de la situación de la caficultura nacional, y quien expresó que desde que llegó la broca del café va de mal en peor.
Dijo que República Dominicana no podrá competir en exportaciones de café ni siquiera con Honduras y Nicaragua, que son los mas pobres de Centroamérica.
Indicó que el comportamiento descendente de la producción cafetera empieza a raíz de la aparición de la broca del café, que es un cáncer que se introduce en el grano, se lo come por dentro y el globo queda vacío por este que tiene el poder de multiplicarse por millones.
Agregó que el control de esa plaga, que fue traída al país, llegó para quedarse y difícil para combatirla y su control es muy costoso, por lo que muchos caficultores decidieron cortar el café y cambiar de cultivo.
Junto con esa plaga, los precios internacionales del café sufrieron una baja debido a la elevada producción de países emergentes, como Vietnán, con el café robusta, que tiene un precio inferior, mientras que el café arábico dominicano ha podido subsistir. También Brasil, que es el mayor productor de café del mundo, aumentó su producción de manera considerable.
Martínez Rojas, productor de café, recordó que el país ha sufrido tres graves golpes: la aparición de la broca, la caída internacional de los precios del café y la falta de mano de obra en el campo para la recogida del grano. Allí sólo queda el colector haitiano, que por mas que se le diga que recoja todo el café de las ramas, lo repite y daña la calidad del café, lo que le baja el precio.
El expresidente de la Junta Agroempresarial Dominicana, dijo que a nuestro café lo que le queda es el mercado de los cafés especiales, en el que están los cafés solidario, amistoso, compatible con los pájaros y gourmé, que es una producción mínima y sumamente costosa, pero alcanza buenos precios para los pequeños productores que lo cultivan.
