POR LEONORA RAMÍREZ S.
En  la República Dominicana no existe un Sistema Nacional de Transporte Sanitario,  declaró Ligia Leroux, presidenta de la Cruz Roja Dominicana, quien lamentó que el país carezca de esa herramienta con la cual se pueden salvar cientos de vidas.

Al destacar que es bastante costoso el mantenimiento de un sistema de ese tipo, expresó que el mismo es sumamente necesario porque el manejo inadecuado de una persona accidentada podría provocarle la muerte.

«Realmente en el  país se requiere de un sistema de transporte sanitario eficiente, y hasta ahora el socorrista de la Cruz Roja es la persona  más preparada en este momento para poder hacer ese trabajo», dijo Leroux en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.

De acuerdo con sus declaraciones, la Secretaría de Salud Pública ha creado cuatro sistemas de transporte sanitario muy sofisticados, pero han fracasado porque sostenerlo es sumamente costoso, y se requiere de la fuerza de un voluntariado para que tenga éxito.

La precariedad es tal en materia de disponibilidad de ambulancias, según sus juicios, que en el caso de la Cruz Roja ésta solamente cuenta con 70 ambulancias, y la última donación de parte del gobierno la recibió en 1998 cuando el Presidente Leonel Fernández, en su primer mandato, les otorgó 100 unidades.

«Hemos visto que llegan muchas ambulancias a muchísimos organismos del país, pero no duran más de 2 años, sin embargo, las nuestras las cuidamos. Eso nos ha permitido enviar algunas hacia las comunidades con más limitaciones económicas, como es el caso de El Cercado, Duvergé o Pedernales».

LA EVENTUALIDAD DE UN TERREMOTO

Gustavo Lara, director general de la Cruz Roja, manifestó que los ciudadanos no pueden estar de espaldas a los riesgos y posibilidades de un terremoto entre Santo Domingo y Santiago, que si alcaza los 9 grados en la escala de Richter podría producir heridas a  50,000 personas aproximadamente.

En ese sentido, consideró que se deben coordinar acciones para que en las empresas, las escuelas, hospitales y otros instituciones, se sepa cómo ayudar a las embarazadas, ancianos, niños y minusválidos.

«Tenemos que conocer nuestro escenario de riesgo, y no se trata de recursos económicos porque la principal vergüenza de gestión de riesgo fue el caso del huracán Katrina, que azotó Nueva Orleans, Estados Unidos, el 29 de agosto del 2005.

«Lo importante es actuar adecuadamente frente a las emergencias, y eso se consigue con la coordinación y capacitación».

Lara expresó que el principal mandato de la Cruz Roja es reducir el número de muertos y heridos por causa de desastre naturales, pero falta la voluntad   y el compromiso de todos para que los desastres impacten lo menos posible.

Sobre ese aspecto se preguntó si las empresas dominicanas están preparadas para enfrentar cualquier siniestro, si tienen definidas sus rutas de escape.

«Cada empresa debe prepararse para jugar el rol que le corresponde, y lo primero es que todos los choferes y guardianes hagan cursos básicos de primeros auxilios básicos, que los puede ofrecer la Cruz Roja».

Asimismo, deben haber 10 personas, una por departamento, entrenadas en manejo de riesgo, que conozcan y tengan la autoridad de decir por dónde está la salida, que sepa cuáles son  las embarazadas, los minusválidos, es decir, los más vulnerables.