Naciones Unidas.. El canciller de la República Dominicana, Miguel Vargas, pidió ayer a Naciones Unidas que la solidaridad internacional con Haití se exprese “más con acciones que con palabras».
Vargas trasladó ese llamamiento al secretario general de la ONU, António Guterres, con quien ayer se reunió en la sede de la organización en Nueva York.
Según un comunicado de la Cancillería dominicana, Vargas explicó además a Guterres el proceso de regularización de extranjeros residentes en el país, en su mayoría de origen haitiano, y subrayó su “elevadísimo costo financiero” para R.Dominicana pide a la ONU que el apoyo a Haití se demuestre con acciones las arcas públicas.
“La República Dominicana es y ha sido siempre la más solidaria con Haití, en el entendido de que el desarrollo de su vecino mitiga la presión social que su migración ejerce en nuestro país”, dijo el canciller.
Según la nota, Guterres animó a la República Dominicana a continuar respaldando a Haití, mientras que Vargas le insistió en la necesidad de que la comunidad internacional exprese su solidaridad con “acciones concretas».
El Consejo de Seguridad de la ONU acordó el mes pasado poner fin a la misión de la organización en Haití (Minustah) el próximo octubre, por lo que durante los próximos meses se retirarán progresivamente del país todos los “cascos azules».
Naciones Unidas mantendrá de cara al futuro una presencia mucho más limitada, con una nueva operación centrada en apoyar a la policía haitiana, promover el Estado de derecho y vigilar el respeto de los derechos humanos.
En paralelo, la organización ha propuesto un nuevo plan para combatir el cólera en Haití y apoyar a las víctimas de la epidemia, originada en 2010 por un vertido de residuos fecales a un río por parte de “cascos azules” nepalíes.
La estrategia, para la que la ONU ha pedido unos 400 millones de dólares para los próximos dos años, está pendiente de recibir financiación por parte de los Estados miembros.
En su reunión de ayer, Miguel Vargas y António Guterres analizaron además otros asuntos regionales, incluida la situación en Venezuela, según la Cancillería.