La República Dominicana podría perder un préstamo de US$50 millones aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la sanidad agropecuaria, por falta de capacidad de la unidad del Ministerio de Agricultura encargada de conciliar el proyecto con la entidad financiera.
El proyecto, después de varios meses lo sacaron del Viceministerio de Planificación y se lo llevaron para el despacho del Ministerio de Agricultura, donde se designó como encargado a una persona inexperta, se informó.
Es “un compañerito”, cuyo perfil es el de financiero de bancas de apuestas, lo que significa que no tiene la preparación necesaria para ese cargo.
Cuando se presentó al BID con su currículum que dice que es “banquero” y que al preguntarle el área de su especialidad, el compañerito dijo: “trabajaba como financiero en bancas de apuestas”.
Entonces, en el banco no le recibieron la carta del Ministerio de Agricultura que llevó y le comunicaron que debía volver en dos meses, pero con un funcionario competente del área financiera para tratar lo relativo al proyecto de sanidad agropecuaria.
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Para los proyectos con préstamos del BID, ese banco requiere de la institución receptora un equipo técnico capacitado para su manejo.
Se explicó que en la unidad que debe manejar ese proyecto, los técnicos con experiencia fueron cancelados y en su lugar designados nuevos que no conocen el manejo de los programas de su competencia.
Se informó además, que para presentarle un proyecto a un banco como el BID se necesitan por lo menos tres meses y con técnicos que conozcan del asunto, lo que quiere decir que el Ministerio de Agricultura va a perder la oportunidad de ejecutar ese importante proyecto de US$ 50 millones, ya aprobado por ese banco para invertirlo en la sanidad agropecuaria de la República Dominicana, que tanto lo necesita para reforzar las partes débiles del país en sus exportaciones de origen agropecuario.
Paraliza actividades
Las cancelaciones masivas en las diferentes administraciones de gobiernos se ha repetido en el país y esta no es la excepción.
Con el despido de departamentos casi completos se paralizan las actividades, en perjuicio de los usuarios. Además, los procesos de pedidos de material gastable, hay que hacerlos varias veces o buscar a otras personas para esa labor cotidiana.