Ante el incremento del poder de las bandas haitianas y ahora con la participación de dominicanos, el profesor Iván Gatón, experto en temas internacionales, considera que es poco lo que la República Dominicana puede hacer para enfrentar ese problema por las limitaciones que tiene Haití.
Gatón señala que se trata de algo común en los países que hacen fronteras, ya que los semejantes se atraen y de una manera u otra hacen sus alianzas estratégicas, por lo que enfrentar esos grupos delincuenciales es una labor que requiere recursos, pues las bandas tienen muchos ingresos producto del tráfico de drogas, extorsiones y secuestros.
“El problema es que Haití no tiene recursos para poder enfrentar a unas pandillas que mantienen en jaque al país”, indica al poner como referencia que los haitianos de clase media y alta han tenido que abandonar el país por la inseguridad, lo cual afecta a todos los que habitan la isla, desafortunadamente.
Apunta que la República Dominicana lo único que puede hacer es colaborar con la ayuda que solicite el Estado haitiano, “pero no podemos hacer mas nada de ahí”.
Puede leer: Haití: Al menos ocho reclusos mueren por falta de alimento
Afirma que Haití debe contar con una policía y un servicio de seguridad con recursos suficientes que son fundamentales porque los grupos criminales van a ser inmanejables.
Agrega que el fenómeno de la delincuencia transnacional tiene en jaque a muchos países, tras poner como ejemplo la banda Mara Salvatrucha en El Salvador, pero que nació en California, Estados Unidos y el comando Vermelho Bermelo en Brsail, que provocan mas de 60,000 muertos al año por encima de países en conflictos bélicos como Yemen o Afganistán.
Cita además las bandas del Japón, Rusia, Italia. En este último país se estima que un 15% de su PIB viene dado por incidencia de los grupos mafiosos.
También el caso de España donde gran parte de la comunidad delictiva viene a través de grupos de dominicanos como Los Trinitarios y Dominican don’t Play.
Afirma que con el fenómeno de la globalización todo se ha expandido y cada Estado aplica el derecho nacional acorde a los crímenes que se cometen. “Creo que es un fenómeno como todo lo que esta sucediendo en un mundo interconectado y no nos podemos ver aislados de la interdependencia de los grupos criminales”.