15 años le costó a la sociedad dominicana alcanzar una de las más emblemáticas reivindicaciones sociales, la aplicación de la Ley General de Educación (66-97) que consigna el 4% del Producto Interno Bruto a la educación. Pero el incremento sustancial en su presupuesto no garantiza una verdadera «Revolución del Sistema Educativo Nacional» como anunciaron fuentes del Gobierno.
Una “Revolución Educativa» incorporaría entre sus ejes fundamentales las «Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) al proceso de enseñanza-aprendizaje en sus versiones a distancia, presencial y mixta, conforme a los patrones de un mundo cada día más conectado.
Las actuales y nuevas generaciones enfrentarán grandes cambios que expertos denominan “La Cuarta Revolución Industrial», la cual rompe con el actual sistema laboral y educativo al implementarse un incremento de las empresas virtuales y una reducción de la empleomanía sin precedentes.
«Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes», explica Klaus Schwab, en su libro «La Cuarta Revolución Industrial».
Mientras algunos Estados fomentan la inclusión de sus ciudadanos a la interacción con las TIC, el aumento del 4% se ha concentrado exclusivamente en la construcción de escuelas y el incremento de la nómina en República Dominicana, dejando a un lado la preparación de docentes y alumnos en relación a la nueva realidad de la economía mundial.
Uno de los ejemplos más notables para entender » La Cuarta Revolución Industrial» es Netflix, la empresa de videos por internet que no necesita empleados para vender suscripciones, enviar contenidos, conectar y reconectar cuentas, cobrar sus facturas y hacer estudios individualizados sobre el perfil de los usuarios para dirigir una campaña o un servicio en específico, en contraste con los altos gastos de las compañías de televisión por cable tradicional. Además se puede citar con la nueva tendencia la corporación de taxis Uber.
En otras palabras con aplicaciones inteligentes los usuarios se autogestionan servicios con la menor cantidad de empleados posible, fomentado la pérdida de miles de empleos. Solo inversionistas, ingenieros actualizados y aquellos enfocados en el conocimiento de las nuevas tecnologías podrían enfrentar la situación al menos que estemos dispuesto a gestionar una una revolución del concepto de enseñanza.
La primera revolución consistió el cambio de la producción manual a la mecanizada, entre 1760 y 1830; la segunda, permitió el uso de la electricidad que permitió la manufactura en masa alrededor de 1850. La tercera inició mediados del siglo XX, con la llegada de la electrónica y la tecnología de la información y las telecomunicaciones.
La Industria 4.0 introduce «fábricas inteligentes que manejan los sistemas ciberfísicos controlan los procesos físicos, crean una copia virtual del mundo físico y toman decisiones descentralizadas.
El gobierno del presidente Medina anunció durante la pasada campaña electoral, el programa “República Digital», pero al parecer el proyecto fracasó. Entre las propuestas estaba dotar de una computadora a maestros y estudiantes, ampliar la cobertura de internet a bajo costo e inserta a través a del conocimiento de la tecnología los jóvenes a las Pymes.
Para la concepción de una educación vanguardista es necesaria la implementación de plataforma con entornos virtuales orientados a facilitar una mejor y rápida comprensión de los contenidos, bajo el soporte de un servicio de internet eficiente que conecte las bases de datos de los diversos recintos a nivel nacional e inclusive con entidades internacionales.
Además de capacitar a maestros y el resto del personal en los términos empleados por la nueva generación de la era digital. La explotación de los programas de software libres y dotar a los estudiantes pobres de dispositivos electrónicos y una oferta educacional de nivel podría facilitar una mejor experiencia de los estudiantes.