Pese a que República Dominicana es uno de los países que más ha crecido en la región en la última década, se le está haciendo difícil reducir la desigualdad y la pobreza, afirmó Rosa Cañete, coordinadora de la campaña Iguales de Oxfam en Latinoamérica.
Resalta que en los últimos informes publicados por el Gobierno se habla de reducciones de la desigualdad, pero que esos datos demuestran que el país se está acercando a los niveles del año 2000.

“No parece un avance, sino que estamos a empezando a recuperar lo perdido y, por tanto, todavía tenemos muchas deficiencias para enfrentar tanto la desigualdad como la pobreza”, planteó Cañete.

El primer paso para enfrentar la desigualdad, a su juicio, es tener la voluntad política de representar a los intereses de la mayoría y no de seguir privilegiando a unos pocos.

Explicó que en la última década en América Latina hay varios países que han sido exitosos en la reducción de la desigualdad y la pobreza mediante la adopción de ciertas medidas.

Consideró que hay que tener un sistema fiscal justo, lo que significa recaudar más a los que más tienen para invertir más en los que menos poseen.

Cree que el sistema tributario en el país profundiza la desigualad en vez de combatirla.
“Eso es una decisión gubernamental de quién defender en el diseño de la política tributaria y por eso hablo de la necesidad de una voluntad política para enfrentar los intereses de unos pocos y garantizar los derechos de la mayoría”, agregó.

Otra vía pare enfrentar la desigualdad es tener salarios justos y dignos, es decir, que el salario mínimo legal en el país sea suficiente para cubrir el costo de la canasta básica de los más pobres, dijo Rosa Cañete.

Recordó que el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, admitió que el salario mínimo de las empresas más grandes del país no es suficiente para cubrir el costo de la canasta básica.

Agregó que el gobernador planteaba que el crecimiento económico está siendo succionado hacia arriba en vez de derramarse hacia los más necesitados.
Criticó que el Estado apruebe salarios mínimos para mantener a la gente en la miseria y la pobreza.

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Mala distribución

La fortuna de las 265 personas más ricas del país, según Rosa Cañete, es equivalente a trece veces el presupuesto público en Educación. Si se compara el ingreso que le produce esa riqueza anualmente a esos multimillonarios en el país es igual al 4,000 veces el ingreso promedio del grupo del 20% más pobre, señala la ejecutiva de Oxfam.