República Dominicana podría convertirse dentro  unos años  en una potencia en la producción agrícola en invernaderos, para lo cual hay que establecer  una política de financiamiento más adecuada y mejorar la comercialización.

 El arquitecto Juan Antonio Roca, diseñador de invernaderos, basó su afirmación en la variedad de microclimas que tiene el país y su ubicación geográfica  de cercanía a la Costa Este de EEUU, que le da ventajas sobre sus competidores.

Indicó que los vegetales y las frutas que se produzcan en invernaderos aquí pueden llegar con rapidez a Canadá y Nueva York. Roca, de nacionalidad española pero residente en el país, tiene la compañía Invernaderos Hispano-Dominicano. Tiene  37 años en la construcción e instalación de invernaderos. Cree que la realidad de Almería, en España, se puede extrapolar  a la República Dominicana, donde se van a  instalar muchos invernaderos. Allí está la masa más grandes de invernaderos del mundo.

Dijo que con un invernadero de ocho tareas (unos 5 mil m2) puede vivir una familia. Roca, quien tenía un stand en la Feria Agropecuaria Nacional, indicó que la comercialización es un reto y hay que   establecer una política más adecuada de financiamiento. Afirmó que la experiencia de los invernaderos de madera ha sido nefasta, lo que no quiere decir que no funcionen, sino que los que se han hecho aquí “están mal construidos. La experiencia de cultivos en ellos ha sido nefasta, incluso, algunos dueños se han arruinado económicamente”.  Un invernadero pequeño   con muchos gastos fijos, no puede funcionar, por lo que la experiencia de este  invernadero, ha sido mala.

Las claves

1.  Zonas bajas

Los invernaderos en las zonas bajas tienen que tener una buena altura, con una gran ventilación, para que el calor pueda salir sin problemas.

2.  Cumplimiento

 El 85 por ciento del éxito de un invernadero dependen de la atención del propietario, que debe estar bien empapado de lo que hay que hacer en esa estructura.