RD tiene dos años ratificar TLC-RD

RD tiene dos años ratificar TLC-RD

POR GERMAN MARTE
Después que el Congreso de Estados Unidos ratifique el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA) el país tendrá dos años para refrendarlo, sin menoscabo de ninguna de las cláusulas, beneficios u obligaciones, afirmaron ayer miembros del Comité de Emergencia Agropecuaria que demandan que se tome en cuenta al sector productivo nacional antes de ratificarlo.

Enriquillo Rivas, de la Asociación Dominicana de Avicultores, y Luís Viyella, coordinador del Comité de Emergencia Agropecuaria, consideraron necesario que el gobierno dominicano y Congreso Nacional tomen en cuenta los reclamos de los productores nacionales antes de ratificar el TLC.

Ambos salieron al frente a quienes presionan al Congreso Nacional para que ratifique cuanto antes acuerdo porque entienden que si los legisladores dominicanos dan ese paso contribuirían a agilizar su aprobación en el Congreso estadounidense.

Rivas y Viyella hicieron sus planteamientos al participar junto a Cesáreo Contreras y Frank Tejada en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio.

Viyella estimó favorable que se agoten los dos años de que se dispone después que el Congreso de Estados Unidos lo ratifique, para hacer los ajustes de lugar y «prepararnos como Dios manda», de modo que los sectores productivos nacionales no salgan perjudicados.

Rivas aclaró, no obstante, que los productores agropecuarios dominicanos no se oponen al acuerdo pero demandan un poco más de tiempo para poder adecuarse a la competitividad «que no existe en la República Dominicana». Sostuvo que en rubros como el arroz y el pollo los productores nacionales cuentan con tecnología suficiente.

Pero no hay competitividad, reiteró, «y si no hay competitividad, lo que va a venir de allá para acá es un avasallamiento comercial que va a acabar con cientos de miles de empleos».

Consideró que el país debe resolver este problema como hicieron otros países como Argentina y México, donde los sectores que sobrevivieron compiten en su región y con Estados Unidos también.

El productor avícola manifestó que si bien el acuerdo beneficia a ciertos sectores, en el caso de los productores agropecuarios los perjudica, y «no porque estén mal preparados o porque sean ineficientes», sino por la ayuda que un país desarrollado como Estados Unidos le da a sus productores frente a productores nacionales que en cambio tienen «desayuda».

En este sentido Rivas citó el caso del precio de la carne de pollo y dijo que producir una libra de carne de pollo cuesta 43 centavos de dólar, mientras que en Argentina cuesta 17 centavos de dólar, 19 en Brasil, en Chile 22 y en Centroamérica oscila entre 24 y 29 centavos de dólar.

Esto, a pesar de que el país cuenta con las mismas razas y las fórmulas alimenticias que los países citados, dijo Rivas. Señaló que el sector avícola nacional está preparado para producir adecuadamente carne de pollo y especificó que el 15% de la producción nacional de pollo se hace en aire acondicionado y la mano de obra es suficientemente calificada.

De modo que el país tiene las condiciones para ser competitivo a nivel internacional, si no existiesen tantas cargas impositivas, expresó.

Empero subrayó que la carga tributaria supone tres o cuatro centavos de dólar en cada libra de pollo y «esa arritmia», en su opinión, es lo que impide que el pollo producido en el país pueda ser competitivo frente al que se importe desde Centroamérica o Estados Unidos.

CHINA-EEUU

De su lado, Viyella destacó que la industria textil norteamericana que fabrica la materia prima para la confección de telas, tiene cifradas sus esperanzas en el DR-CAFTA para poder competir con sus competidores chinos.

Explicó que la región del DR-CAFTA puede confeccionar las prendas a un nivel que pueden ser competitivos en el mercado norteamericano, «de manera que la sinergia entre la industria textil de Estados Unidos con materia prima de calidad y la competitividad de la región para producir la confección puede hacer que sobreviva esa industria norteamericana, pues se haría con materia prima norteamericana, mientras que la proveniente de China no».

De manera que Estados Unidos ve en la región del DR-CAFTA una oportunidad para su propia industria textil y eso en su opinión debe aprovecharse, explicó Rivas.

Dijo que si bien Washington demanda de la región una apertura de mercado, «pero de todos modos a ellos les conviene mantener una preferencia comercial y a pesar de que se ha manejado a manera de advertencia, por no decir amenaza, de que si no hay tratado se va a eliminar ese acceso, no creo que sea así».

Subrayó que la presión que hacen algunos grupos es porque entienden que con ello se contribuye a que ratifiquen el acuerdo en Estados Unidos.

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