El  gobierno dominicano trabaja en la puesta en marcha de una estrategia energética que ayude a reducir la dependencia de las importaciones de petróleo y garantice seguridad energética, dijo ayer en la Asamblea de la OEA, en Panamá, el Canciller Carlos Morales Troncoso.

Expresó  que la estrategia en ejecución busca preparar al país para que pueda afrontar los desafíos del presente y el futuro en materia energética.

Al presentar su declaración ante el XXXVII Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, cuyo tema central fue Energía y Desarrollo Sostenible, la cancillería dominicana explicó que la estrategia está basada en el desarrollo de la capacidad de carbón líquido y sólido para aumentar la  generación sobre los 2000 megavatios.

También se elabora  una ley de incentivos para el desarrollo de fuentes renovables de energía; el fomento de las inversiones del sector privado en  proyectos para la producción de etanol y para la generación de energía solar y eólica; la introducción del gas natural comprimido en el mercado nacional para uso industrial, doméstico y en el transporte.

 Cancillería destaca la producción de  bio-diesel, etanol, la  generación hidroeléctrica, la energía solar y eólica y el uso de la biomasa, entre las alternativas posibles.

Asimismo, la instalación, en un período de tres años, de 200 talleres mecánicos en los que los motores de 158,000 vehículos del servicio de transporte serán convertidos para el uso de gas natural como combustible; la ejecución de un programa de producción de bio-diesel a escala comercial, mediante el aprovechamiento de grasas vegetales recicladas, y promover la experimentación con el cultivo de oleaginosas, fomentadas con ese propósito.

La estrategia dominicana contempla además la aplicación de una política de ahorro de energía mediante su  uso racional, en la cual el sector público ha tomado la iniciativa, con medidas destinadas a reducir el consumo; el desarrollo y la difusión de tecnologías para maximizar la eficiencia en el uso de combustibles fósiles bajo condiciones amigables con la naturaleza y el medio ambiente; la diversificación de la canasta energética.

En su declaración, República Dominicana señala que ha tenido que enfrentar los desajustes económicos provocados por las alzas de precios del petróleo, un recurso del que somos totalmente dependientes para  energía eléctrica y  transporte.

“El peso de la factura energética sobre la economía dominicana ha retardado el esfuerzo de inversión que demanda el proceso de desarrollo y diversificación del sector energético, y ha limitado la disponibilidad de recursos para sostener el gasto social en los niveles que nos permitan avanzar al ritmo deseado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.