República Dominicana es uno de los lugares más publicitados del Caribe en cuanto a las oportunidades que ofrece a los exportadores de otras latitudes y a los importadores locales.

Basta revisar eventualmente la prensa de otros países como evidencia de que el país es tomado en cuenta por aquellas empresas que piensan en expandir sus mercados.

España, Alemania, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Honduras, Colombia, El Salvador, Costa Rica, Argentina, Chile, China, México… son sólo algunas de las naciones en las cuales pueden leerse reportes de prensa que dan cuenta de que algunas de sus empresas “han incursionado” en el mercado dominicano.

He aquí algunos titulares (directos o parafraseados): “Crece 32% exportación de plásticos, especialmente a República Dominicana” (La Tribuna – Honduras); “RD importó US$6.2 millones de madera peruana” (Exportaciones del Perú); “Dos Pinos invertirá en Honduras, Panamá y Dominicana este año” (La Nación – Costa Rica); “Sambil: Un concepto venezolano en República Dominicana” (El Mundo.com – Venezuela); “Exportadores preocupados por política comercial de RD” (Prensa Libre – Guatemala); “El 39.7% de las exportaciones de jamón de Almería van a RD” (Teleprensa.es); RD es de los principales compradores de soja argentina (Noticias Terra); “República Dominicana, importadora neta de alimentos” (La Jornada – México); RD en la agenda de acuerdos comerciales con Colombia (Portafolio.com); RD, séptimo destino de las exportaciones salvadoreñas  (El Mundo – El Salvador); Ecuador: floricultores tendrán un descuento de hasta 10% en flete de exportación a RD (Andes.info); Ciertamente, en muchos casos no se trata de productos terminados, sino de materias primas suplidas a algunas de las industrias dominicanas, pero en otros se trata de consumo “puro y duro”.

Una investigación que revela potencialidades RD… para otros.  Las economías de Trinidad y Tobago, Antigua y Barbudas, Surinam, Jamaica y República Dominicana, junto a España, son abordadas desde distintos ángulos en un estudio realizado por un equipo de expertos de la Universitat Pompeu Fabra, de Barcelona, España.

La investigación, dirigida por el Dr. Carlos Murillo Fort y contratados por la Asociación Española de Empresas Exportadoras –AMEC-   en   el   marco   del    Proyecto    Pro€Invest    “Strenghthening  of  the  AIRD    -­-Dominican    Republic    Industrial”, esboza lo que puede considerarse “información de inteligencia de mercados”, refiriéndose a esas economías. En este caso, algunos datos relevantes indican que República Dominicana constituye una puerta de oportunidades para inversionistas y exportadores de diversas latitudes. Según el estudio, las oportunidades para la inversión se sitúan preferentemente en el sector turístico, la construcción, energía, comunicaciones y zonas francas, además de los sectores tradicionales de la agricultura y la minería.

La investigación revela que Estados Unidos, Venezuela, México, Colombia y Trinidad y Tobago son los principales puertos de origen de las importaciones dominicanas. Es probable que Trinidad y Tobago, al igual que Venezuela, figuren en esta lista por la fuerte compra de derivados de petróleo que hace República Dominicana a las naciones citadas más arriba.

Ventajas y puertas dominicanas

• Una ventaja: el costo de importar un furgón a República Dominicana es menor que el promedio de América Latina (1,488 dólares por contenedor). “El precio más favorable para las importaciones lo detenta Surinam (945 dólares), aunque, si se tienen en cuenta todos los indicadores… resulta que las mejores condiciones (de procedimientos y precios) las presenta la República Dominicana”, indica el informe.

• Desde la Unión Europea, la demanda dominicana está encabezada por medicamentos, de los cuales se importaron más de US$60 millones en el 2009. Hasta el 2008 lo fue la leche o nata concentrada, la cual alcanzó US$55 millones en el 2009.

• Otras puertas de oportunidades para importadores la constituyen materiales de construcción aparatos de telefonía, automóviles…

• El ranking de los principales exportadores a República Dominicana, tomando como referencia el año 2009, lo constituyeron: Estados Unidos (más de US$5,000 millones); China (US$1,200 millones); Venezuela (US$655 millones); México (US$539 millones); Colombia (US$527 millones); Trinidad y Tobago (US$363 millones); Brasil (US$299 millones); España (octavo lugar), Alemania (noveno lugar), con US$260 millones cada uno…y no se podía quedar fuera Centroamérica, representada por Costa Rica, con (US$187 millones).

• En cuanto a productos, las importaciones principales del país, según la investigación, la constituyen los combustibles minerales con más de 2,500 millones de dólares, seguidas de materiales eléctricos y partes (US$1,127 millones). En tercer lugar, máquinas, calderas y aparatos mecánicos (US$930 millones).

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Combustibles: una muestra del derroche

Recientemente una información periodística indicaba que, pese a los precios extraordinarios que alcanzaron los combustibles, su consumo creció un 28.69% en el primer cuatrimestre del presente año en relación a igual período del 2010. La cultura, pues, impulsa al consumo, un consumo que en las actuales circunstancias de la producción nacional, por un lado, y de la apertura de los mercados, por otro, significa un incremento de las compras en el exterior (o de las ventas de esos países a República Dominicana), por lo cual parece ser que mientras no haya un cambio cultural –incluyendo cultura productiva- República Dominicana seguirá siendo paraíso para importadores. Lo que a la larga perjudicará a todos los dominicanos, que verán caer su producción y sus empleos.

Una cultura contra el equilibrio

La cuenta corriente de la Balanza de Pagos cerró el año 2010 con un déficit de US$4,435 millones (equivalente al 8.5% del PIB). Este déficit se produjo a pesar de un extraordinario crecimiento de las exportaciones nacionales cercano al 50%  (lo cual puede quizás atribuirse a las ventas a Haití tras el terremoto de enero del año pasado), pero también al desempeño del azúcar, ron de caña, bananos, cacao orgánico, entre otros. En ese contexto, el sector industrial dominicano sigue enarbolando una bandera: cambio de modelo económico, de modo que el país pueda incrementar significativamente sus exportaciones, logrando una balanza de pago con mayor equilibrio y menos precariedad…

Sin embargo, parece ser que la cultura de consumo del dominicano atenta contra esta aspiración o, por lo menos, dificulta que haya un equilibrio. Por ejemplo, pese al crecimiento de las exportaciones en el 2010, el crecimiento de las importaciones fue mayor. Datos suministrados por economistas nos indican que sólo las importaciones de petróleo se incrementaron en un 47.8% (lo que significa US$1,194 millones, cifra superior al crecimiento de 829 millones de dólares mostrado por las exportaciones)… además, las importaciones de vehículos crecieron un 60%, las de maíz un 42.6%, las de leche concentrada un 40.8%, las de aparatos de telefonía un 33.4%…. y un largo rosario que indica que el dominicano está consumiendo más que lo que produce.

La cifra

4,435 millones de dólares  sumó el déficit de la Balanza de Pagos en República Dominicana durante el 2010, a pesar de que las exportaciones nacionales, tradicionales, agrícolas e industriales,   se incrementaron significativamente.