Por FIOR GIL
En el ámbito bilateral la República Dominicana ha firmado varios acuerdos de cooperación con los Estados Unidos, entre los que se encuentran la extradición, el Acuerdo Marítimo y un Acuerdo de patrullaje Aéreo, a fin de combatir el tráfico de drogas y otros delitos correlativos, según consta en un documento analizado por los delegados de la Cumbre sobre Drogas.

La extradición como un instrumento de cooperación se firmó en 1996, durante el primer gobierno del presidente Leonel Fernández y dicho convenio se considera de gran importancia en la lucha contra las drogas. Hasta esa fecha las leyes dominicanas prohibían la extradición de nacionales y el país era considerado como una isla segura para narcotraficantes que querían evadir el arresto de las autoridades estadounidenses, según se establece, un documento de NewLink Political, que fue analizado  por los participantes en el Seminario, Drogas, Cooperación g Seguridad en el Caribe, que precedió a la Cumbre celebrada el viernes pasado.

Señala asimismo que desde la primera administración del  presidente Fernández los sucesivos gobiernos han demostrado un gran progreso en colaborar con los Estados Unidos en la extradición de ciudadanos norteamericanos acusados por delitos de narcotráfico.

El acuerdo marítimo, firmado en 1995, es otra herramienta  fundamental en la lucha contra las drogas, ya que las operaciones marítimas permiten la posibilidad de hacer grandes decomisos de drogas en todo tipo de embarcaciones. Mientras que el acuerdo de Patrullaje Aéreo  firmado en el año 2000 permite a aeronaves de Estados Unidos sobre volar el espacio aéreo dominicano en busca de aviones de narcotraficantes.

EL APOYO

Según el documento de New Link Political, la Oficina Internacional de Narcótico del Departamento de Estados Unidos brinda apoyo a las agencias de control de drogas dominicanas; la mayoría de la ayuda esta destinada a la incautación, a programas contra la corrupción y un porcentaje menor a los programas de lavado de dinero.

El departamento de Justicia apoya programas de entrenamiento a  funcionarios del Ministerio Público en el área de la investigación de casos de corrupción. Otra asistencia estadounidense va hacia el Sistema Judicial para fortalecer los programas de administración de justicia y para asegurarse de que los funcionarios estén preparados para implementar el nuevo Código de Procedimiento Penal. También se están financiando programas preventivos de la corrupción del  Ministerio Público.

El documento sostiene que en 2006 el gobierno de Estados Unidos continuó colaborando mediante la provisión de equipos y dando entrenamiento para mantener las unidades caninas  para la detección de drogas y explosivos. Igualmente apoyó la Dirección Nacional de Control de Drogas en varias áreas entre las que se encuentran el apoyo a la unidad especial de investigación, capacitación  en computación, expansión de la base de datos y soporte en el mantenimiento de los sistemas de apoyo en el mejoramiento de la capacidad de  detección de tráfico de drogas en los  aeropuertos y finalmente dio entrenamiento y equipos para mejorar la lucha contra el lavado de dinero.

«El gobierno de los Estados Unidos realizó dos ejercicios de entrenamiento con la Fuerza Naval Dominicana que fueron : la Conferencia Anual de Inter-operatividad,  enfocada al mejoramiento de la coordinación de el  auto terdiccines marítimas, la Conferencia de Internacional d e Seguridad de Puertos y Embarque dirigida a perfeccionar la seguridad e n los puertos dominicanos.    

RECOMENDACIONES

La empresa consultora considera que las accione del gobierno dominicano deben orientarse a fortalecer su política antidrogas en las áreas de oferta de drogas, pero al mismo tiempo endurecer las medidas que contrarresten la demanda con un enfoque en la prevención del consumo, la rehabilitación, la investigación, sistematización e intercambio de la información relevante al tema.

Entiende que entre los factores propiciadores de la criminalidad organizada alrededor del narcotráfico, la corrupción es uno de los más relevantes.

«Más allá de las implicaciones morales, la corrupción es un coadyuvante de la violencia y de la reorganización del espacio político, social, y económico bajo la racionalidad de la criminalidad.También a tenta contra  la integridad de los agentes sociales que buscan enfrentar el narcotráfico en la justicia, en los sistemas preventivos y en las comunidades.

Estima prioritario la revisión, en estos momentos, del aparato institucional en el cual se operacionaliza la política antinarcótica, con el fin de analizar las función de  cada una de las entidades que participan de la formulación e implementación de políticas y estrategias antidrogas, determinar claramente las competencias y lograr una mayor articulación entre cada una de estas instituciones.