RD y Haití: tráfico y lavado de dinero

RD y Haití: tráfico y lavado de dinero

WASHINGTON (EFE).- La corrupción del gobierno haitiano y la debilidad del dominicano han convertido a ambos países en elementos claves en el tráfico de drogas desde Sudamérica hacia Europa y EEUU, afirmó ayer el Departamento de Estado estadounidense.

A pesar que Haití y la República Dominicana han mostrado en el pasado año una mayor disposición a colaborar con las autoridades antidrogas de EEUU, los dos países siguen siendo un problema en el tema de tráfico y blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.

Estos datos están contenidos en el informe anual sobre narcotráfico del Gobierno estadounidense divulgado hoy.

-HAITI: La debilidad institucional de Haití -que comparte la isla de la Española con la República Dominicana-, su extrema pobreza y la corrupción policial y gubernamental hacen del país caribeño «un conducto clave» para el transporte de drogas de Suramérica a EEUU, según el informe.

Haití es «un importante país de tránsito para traficantes de drogas colombianos» que funciona «como un centro de comando, control y comunicaciones para actividades de transbordo de cocaína destinadas a EEUU».

A pesar de la presencia de fuerzas internacionales en el país tras la salida del presidente Jean-Bertrand Aristide en febrero del año pasado, «el tráfico de drogas con pequeños aviones aumentó en el 2004».

«El método más frecuente para transbordo sigue siendo a través de pequeños cargueros que salen de la costa norte de Haití hacia las Bahamas o directamente al sur de Florida (EEUU)», indica el documento.

La droga llega a Haití a través de «lanchas rápidas que viajan directamente desde la costa norte de Colombia», que transportan su carga a barcos pesqueros frente a ciudades haitianas.

También «algunos traficantes prefieren el contrabando de drogas hacia EEUU vía aviones comerciales» utilizando el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe, agrega.

Washington señaló que el país mostró una limitada «cooperación antidrogas en general, aunque los funcionarios haitianos han cooperado en algunos casos específicos» entre los que se menciona el arresto y expulsión de «Jean Eliobert Jasme y la disolución de la mayoría de su organización».

Pero las autoridades estadounidenses reconocen que «las continuas crisis políticas y económicas siguieron atenazando el país en 2004, eclipsando la lucha contra el tráfico de drogas».

Igualmente, la falta de un sistema legal sólido y la corrupción hacen que «Haití siga altamente susceptible al lavado de dinero».

El Departamento de Estado destacó que entre marzo y diciembre del 2004, más de 20 fugitivos federales fueron devueltos a EEUU sin extradición.

Sin embargo, aunque el gobierno de Haití hizo progresos contra los traficantes de narcóticos, las capturas de drogas «siguieron siendo pequeñas», las cuales no cuantifica.

Para Washington, el gobierno provisional haitiano «ha hecho un importante intento para frenar la corrupción oficial relacionada con drogas», aunque también indica que «las organizaciones de tráfico de drogas haitianas siguen operando con relativa impunidad».

-REPUBLICA DOMINICANA: EEUU considera que el país es uno de los principales para el «tránsito de drogas de Suramérica, en su mayoría cocaína y heroína, en dirección a Estados Unidos y Europa».

Según el informe, en 2004 «un mínimo de ocho toneladas de cocaína» sudamericana pasaron por la República Dominicana con destino a EEUU.

Washington también reconoció que el gobierno dominicano «siguió cooperando de forma próxima con EEUU en materias de antinarcóticos», lo que permitió un aumento de las capturas de heroína y cocaína en 2004, aunque disminuyeron las de éxtasis. En total, se aprehendieron 2.232 kilogramos de cocaína, 68 kilos de heroína, 20.546 unidades de éxtasis y 523 kilos de marihuana.

Las autoridades estadounidenses destacaron «la insignificante cooperación entre el gobierno dominicano y la policía haitiana», así como «el mínimo progreso en la aplicación de una fuerte ley contra el lavado de dinero en un importante caso de fraude bancario».

El Departamento de Estado considera que «las organizaciones criminales dominicanas están cada vez más envueltas en el comando y control de operaciones de tráfico de drogas internacionales», aunque el país sigue siendo un lugar de tránsito.

Washington dejó claro que el Gobierno dominicano «como política gubernamental, no anima o facilita la producción ilegal o distribución» de drogas «ni contribuye al lavado de dinero relacionado con las drogas».

Pero añadió que «las instituciones dominicanas siguen vulnerables a la influencia de grupos o individuos con dinero para gastar, incluidos los traficantes de narcóticos».

El informe señala al último fiscal general de la administración del ex presidente dominicano Hipólito Mejía del que se «sospechó aceptaba pagos y otros favores para liberar personas que habían sido acusadas de delitos relacionados con drogas».

En el tema de colaboración, el documento indica que «EEUU está planeando desplegar un equipo móvil de entrenamiento» para las unidades fronterizas dominicanas «y proporcionar mayor apoyo a las patrullas navales dominicanas en el pasaje de la Mona», entre la República Dominicana y Puerto Rico.

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