RD y los candidatos americanos

RD y los candidatos americanos

JOSÉ MANUEL GUZMÁN IBARRA
Deberíamos tener algunos votos electorales en EEUU, de forma tal que estos reflejen el impacto y el significado estratégico para EEUU por nuestra presencia migratoria o por motivos geopolíticos. Esa idea, hoy utópica, podría estar a no más de dos décadas de distancia.

Las primarias electorales han permitido evidenciar coyunturalmente la importancia de la demografía, siendo en principio, aunque no exclusivamente, una batalla electoral entre hispanos y negros. La participación dominicana dentro de esa minoría es considerable.

Al momento existen tres candidaturas con posibilidades: John McCain el lado republicano e Hillary Clinton y Barack Obama por el lado demócrata. Obama no tiene ningún vínculo con RD, quizá ni conoce de nuestra existencia, mientras que los Clinton han visitado varias veces el país y mantienen vínculos con la comunidad dominicana en EEUU. MacCain, por su parte, es hijo de un marine que comandó la Operación Steel Pike en 1965.

En su libro My Life, Bill Clinton hizo varias menciones sobre la RD. Una que refleja significativamente su pensamiento, y se infiere que el de su esposa candidata es la que sirve de ejemplo para hacer una bien detallada apología de J. William Fulbright. Dice Clinton que: «Fulbright era más liberal… que apreciaba y apoyaba al presidente Johnson hasta que llegó la invasión». Clinton destaca como buena su actitud de querer que su nación no fuera «arrogante» y pone de ejemplo de arrogancia la intervención unilateral de RD en 1965, realizada sin entender la historia local, cultura, provocando más daño que bien».

En otro libro, MacCain se refiere al mismo hecho: «En 1965, choques…entre facciones beligerantes, una de las cuales se creía que era un frente comunista, habían puesto a RD al borde de la guerra civil. El presidente Johnson ordenó a mi padre comandar el asalto, invasión y ocupación de la nación caribeña. Dicha operación era controversial. Los críticos la juzgaron, con razón. Mi padre, como era común en él, estaba impertérrito ante la oposición interna».

“Algunos condenaron la intervención por injustificada”, observó, “pero los comunistas estaban listos para intervenir y hacerse cargo. Puede ser que la gente no te ame por ser fuerte cuando tienes que serlo, pero te respetan por ello y aprenden a comportarse de acuerdo a esa actitud”.

Diferentes visiones. Una señal de que no da lo mismo uno que otro.

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